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Iñaki López de Bergara volvía en 2016 a la localidad alavesa de Legutio tras media vida entre rejas como miembro y dirigente de ETA. El pasado mes de mayo se convirtió en concejal de EH Bildu en el municipio y tras la dimisión del hasta ... ahora alcalde, César Fernández de Gamarra, asumirá el bastón de mando del municipio. Pese a que no se le imputen delitos de sangre, 'Yves' -nombre con el que se le conocía dentro de la banda terrorista- destacó por ser uno de los máximos responsables del aparato logístico y se encargó de captar nuevos miembros para la organización.
A sus 57 años ocupa el cargo de regidor en funciones hasta la celebración del próximo pleno consistorial, donde se le otorgarán plenos poderes de gestión en esta localidad situada a apenas un cuarto de hora del centro de Vitoria. Eso sí, antes tendrá que recibir el 'visto bueno' de la asamblea local de EH Bildu. «Un mero trámite si no se complica la cosa o él decide torcerla», apuntan algunos de sus miembros
Hasta hace apenas una década era un miembro convencido de la banda terrorista. «Yo no condeno la lucha armada de ETA», declaró 'Yves' en 2009 ante el Tribunal de Apelación de París , totalmente desconectado del proceso que un año después desembocó en el esperado anuncio cese definitivo de la violencia. Destacado miembro del EPPK (el colectivo de presos ) huyó a Francia cuando iba a ser juzgado en la Audiencia Nacional en los noventa, estuvo en la cárcel seis años por ser miembro de la organización terrorista y tiempo después de salir en libertad pasó doce más en la prisión gala de Arlés por ser jefe de los comandos de reserva.
«El día que los derechos del País Vasco sean respetados el problema de la violencia se acabará por sí solo», respondió hace una década a preguntas del fiscal antes de que su condena se 'fusionara' y cuando todo hacía indicar que iba a permanecer recluido hasta 2027, once más de los que finalmente cumplió. Con la banda encarando su fase de disolución, su figura sigue suscitando temor entre algunos de los vecinos del municipio donde ETA colocó en 2008 una furgoneta cargada con 150 kilos de explosivo frente al cuartel de la Guardia Civil y mató al agente Juan Manuel Piñuel. Precisamente, la pasada semana se detuvo a dos personas por atacar el monolito en memoria del brutal atentado.
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