La Euskadi de los pactos: 70 ayuntamientos vascos precisarán de alianzas

En 181 ayuntamientos no habrá ninguna discusión sobre quién se hace con la makila, pues van a ser gobernados por mayoría absoluta. De esta manera, EH Bildu podrá gobernar en 90 ayuntamientos sin la necesidad de pactar con la oposición y el PNV lo hará en 58.

Los socialistas vascos, por su parte, consiguieron el pasado domingo la mayoría absoluta Zambrana y en Portugalete, en lo que será la cuarta legislatura de Mikel Torres. También mantienen con cinco concejales sobre siete su feudo guipuzcoano de Larraul. En lo que respecta al PP, Rioja Alavesa continúa como su principal caladero de votos y mantiene la mayoría absoluta en Baños de Ebro.

Para el resto de casos, salvando los 21 en los que las candidaturas municipales tienen más de la mitad de los asientos de los consistorios, el engranaje de pactos poselectorales ya ha comenzado a funcionar. El acuerdo de estabilidad en las instituciones vascas que el PNV y el PSE aspiran a repetir desdibuja los intentos de EH Bildu y Elkarrekin Podemos por caminar hacia un tripartito con los socialistas. Por su parte, los intentos del PP de hacer valer sus votos para sacar a la formación abertzale de los gobiernos dibujan un mapa tan deducible como complejo.

El pacto entre PSE y PNV servirá para asegurar gobiernos estables en una treintena de municipios. Sin embargo, salvo en Legutio, Bizkaia y Álava, en el resto de localidades donde gobernarán de forma conjunta uno de los dos partidos ya es primera fuerza, por lo que no estaría obligada a negociar su investidura.

En el caso de Durango, Vitoria y la Diputación de Gipuzkoa, socialistas y jeltzales necesitarán los votos del PP para conseguir sus investiduras.

Rioja Alavesa se avista como un hervidero en esta etapa postelectoral. Bildu es la primera fuerza en Zigoitia y Kuartango, pero un acuerdo entre jeltzales y populares podría arrebatarles los municipios. Por otro lado, el PP necesitará al PNV para dar estabilidad a Labastida y Laguardia.

En el caso de EH Bildu, en la mayoría de municipios que gobernará será gracias a su mayoría absoluta, debido al desgaste de Elkarrekin Podemos. El aguante de la formación morada le servirá para arrebatarle la alcaldía al PNV en Urduliz y llegar a acuerdos en ocho municipios.

La estabilidad de otros 14 municipios depende de las candidaturas independientes, que tendrán la necesidad de llegar desde la alcaldía a pactos con el PNV y Bildu o ejercer de bisagra. El caso más destacado es el de Galdakao, donde Auzoak y Usansolo Herria tienen la llave de la gobernabilidad. Por parte, en Hondarribia, el grupo municipal Abotsanitz conseguirá la alcaldía si pacta con abertzales.