Un etarra acusado de intentar una matanza de ertzainas dice que solo fabricó las bombas

El etarra Iurgi Garitagoitia reconoció ayer ante la Audiencia Nacional que en 2009 confeccionó unos artefactos que le encargó la banda, pero que se los dio a otro miembro de su comando y que desconocía que iban a ser usados como bombas trampa para causar una matanza de ertzainas en Hernani.

La Fiscalía pide para él 389 años de cárcel por un atentado cometido el 6 de enero de 2009 en la localidad guipuzcoana. ETA hizo explotar un artefacto contra un repetidor de televisión y colocó otras dos bombas trampa para que explosionaran al llegar la Ertzaintza, que finalmente las desactivó.

Garitagoitia, que ya fue condenado por su pertenencia a ETA en Francia, mantuvo ayer que no participó en la colocación de las bombas. Uno de los ertzainas que testificó afirmó que las dos bombas trampa que los terroristas escondieron entre la vegetación «habrían provocado una masacre dada la metralla que contenían», pues se personaron más de una veintena de agentes.

El fiscal explicó durante su intervención que el artefacto que estalló junto al repetidor era el señuelo. Añadió que los agentes que se personaron en el lugar tras la explosión del primer explosivo «tuvieron la suerte» de no pasar por el sedal que habría accionado las bombas trampa, que finalmente fueron descubiertas y desactivadas por la Ertzaintza.

Por su parte, la abogada defensora pidió la absolución de Garitagoitia al estimar que no se ha probado su participación en los hechos ocurridos en el monte Santa Bárbara de Hernani, y estimó que, en todo caso, solo cabría condenarle por la elaboración de artefactos explosivos. Se enfrenta a una pena por veinticinco delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, uno de daños terroristas y otro de tenencia y fabricación de explosivos.