Andoni Ortuzar y Aitor Esteban han coincidido este domingo en los Premios Sabino Arana. Maika Salguero

Esteban evita descartarse para presidir el PNV: «Es el momento de los afiliados y no hay más que decir»

El portavoz jeltzale en el Congreso ha irrumpido con fuerza en el proceso interno al acaparar el voto de castigo contra Ortuzar

Domingo, 26 de enero 2025, 12:20

El PNV contiene la respiración ante una semana determinante para su futuro. El domingo finalizará la primera vuelta del proceso interno para elegir la nueva ... dirección del partido y será entonces cuando se dilucide si la formación jeltzale, habituada al orden en casa, vive una disputa por el liderazgo inédita en las últimas dos décadas. Por lo pronto, Aitor Esteban continúa dejándose querer y dando alas a los militantes que han impulsado su candidatura en docenas de batzokis en una iniciativa que se interpreta como un voto de castigo a Andoni Ortuzar, quien aspira a un cuarto mandato que le llevaría hasta 2029 en el cargo.

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En su segundo pronunciamiento público desde que empezó a recibir el aval de numerosas organizaciones municipales –aunque no hay datos oficiales, algunos cálculos hablan ya de cerca de 40–, Esteban ha vuelto a evitar desmarcarse de la carrera y señaló que ahora, hasta el próximo domingo, «es el momento de los afiliados». Lo ha dicho a su llegada a la gala de entrega de los Premios Sabino Arana en el Teatro Arriaga de Bilbao, donde ha coincidido con el propio Ortuzar. Ambos dirigentes se han saludado al final del acto y no han tenido reparos en posar ante los medios gráficos entre bromas, aunque también con un evidente componente de incomodidad.

Minutos antes, ni siquiera ha hecho falta que los periodistas formularan pregunta alguna para que Esteban, rodeado de una nube de cámaras y micrófonos, se lanzara a hablar. «Yo he venido a ver la gala y quiero felicitar a los premiados, especialmente al lehendakari Urkullu», ha antepuesto el portavoz jeltzale en el Congreso para acto seguido ir al grano. «De lo que me vais a preguntar, yo voy a decir siempre lo mismo. El PNV es un partido que tiene sus normas y éste es el momento de los afiliados. Y no hay nada más que decir», ha remachado.

El dirigente nacionalista no ha querido atender después las preguntas de los medios, insistentes en averiguar si está dispuesto a competir con Ortuzar por la presidencia del Euzkadi buru batzar (EBB). Ha salido como ha podido y, en una evidente muestra de nerviosismo, se ha desorientado en el hall del Arriaga hasta que ha logrado reencontrarse con su esposa, Itxaso Atutxa, expresidenta del partido en Bizkaia y exponente de la renovación territorial que el PNV completó en otoño antes de arrancar la fase relativa a la dirección nacional, que se resolverá en febrero.

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Las palabras deliberadamente ambiguas de Esteban no hacen más que alimentar la hipótesis de que acepte competir contra Ortuzar, una decisión que deberá tomar a más tardar la semana que viene, cuando acabe la primera vuelta y antes de que el 10 de febrero comience la segunda. Hay que recordar que en la madrugada del sábado, el veterano portavoz jeltzale ya escribió un elocuente tuit abierto a todo tipo de interpretaciones en el que se declaraba «abrumado y agradecido» por el apoyo que estaba recabando entre las bases. En ningún momento les emplazaba a dejar de hacerlo en las asambleas restantes, algo que tampoco ha hecho este domingo.

Debate personalista

La opción de Esteban ha cogido fuerza gracias a la iniciativa de sectores descontentos con Ortuzar, más amplios de lo esperado, que han propuesto su nombre para forzar un relevo al frente de Sabin Etxea. El cambio no representaría un giro estratégico –no hay diferencias ideológicas– ni un relevo generacional –ambos tienen 62 años–, lo que evidencia que el debate interno está teniendo un fuerte ingrediente personalista.

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Cuando la primera vuelta ya ha llegado a su ecuador, Ortuzar está dominando las votaciones en Álava, Navarra e Iparralde –estos dos últimos territorios son anecdóticos en términos de afiliación–, pero está sufriendo más de lo previsto en Bizkaia, su principal feudo, y está perdiendo la partida en Gipuzkoa. Allí se ha visto adelantado, y por mucho, tanto por Esteban como por el ex diputado general Markel Olano, quien también ha sellado ya su pase a la segunda ronda. En su caso es más que probable que rechace porque todo apunta a que será uno de los ocho burukides electos.

En la carrera por obtener esa clasificación también están Eneko Lekue (el candidato promovido por quienes apoyaron a David Salinas-Armendariz en Bizkaia), Gorka Urtaran, Izaskun Bilbao, Arantxa Tapia y Peio Etxeleku. Todos ellos han sido propuestos ya por al menos una organización municipal, pero necesitan un mínimo de tres para pasar a la segunda ronda.

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