Las esquelas políticas que dejó la moción de censura a Rajoy

Hace cuatro años, en el Congreso, se sentaba a su izquierda la entonces portavoz del PSOE y hoy ministra de Defensa, Margarita Robles. Quizá así se entienda mejor por qué Sánchez nunca ha contemplado dejarla caer en la grave crisis del espionaje y el independentismo catalán.

Más allá del Manual de Resistencia de Sánchez y las heridas que luego dejó en el PSOE, sorprende ver el listado de esquelas políticas que aquella moción de censura dejó en la política española. Cómo gente de primera línea que fue protagonista de aquella moción de censura ha huido o ha sido engullida por una forma de hacer política superficial y demasiado veloz, condicionada por la dictadura de Twitter. Por cierto, a modo de anécdota, en aquel Congreso de junio de 2018, Vox ni estaba ni se le esperaba. Entre la nómina de los supervivientes destaca la plano mayor del PNV, desde Andoni Ortuzar a Aitor Esteban. Un partido, el jeltzale, que fue la clave de bóveda de la 'operación censura' a Mariano Rajoy.

Era la presidenta en la sombra, la 'número dos' que ostentó un poder nunca visto en un Gobierno de España. Mariano Rajoy le cedió todo el protagonismo tanto en sus mandatos como aquella tarde en la que el líder gallego veía desde un restaurante como sus horas estaban cantadas. Para la posteridad queda aquella foto en la que está sentada en su sillón azul y su bolso apoyado en el de Mariano Rajoy.

Cayó su 'jefe' y luego buscó erigirse en 'jefa' del PP. Sin embargo, sus malas relaciones con María Dolores de Cospedal, entonces secretaria general de los populares, hizo que perdiese el congreso que aupó a Pablo Casado. Dejó la política y salió completamente del foco al fichar por el despacho de abogados Cuatrecasas.

El periplo de Pablo Iglesias es prolijo e intenso. Hace cuatro años azuzaba desde la bancada de Podemos para que el entonces jefe de la oposición, Pedro Sánchez, se atreviese a presentar una moción de censura. Lo logró, la apoyó y se convocaron elecciones generales. Siempre quiso ser vicepresidente, hasta el punto de que obligó al PSOE a repetir las elecciones generales. Dicho y hecho.

Entró en el primer Gobierno central de coalición de la democracia y apenas duró 16 meses después de protagonizar numerosas crisis y choques con el presidente. Se fue para competir contra Isabel Díaz Ayuso en las elecciones del 4 de mayo de 2021 y salió más que magullado. Tanto, que decidió dejar la política 'oficial' (como él dice) y convertirse en tertuliano y creador de podcasts, que es, confiesa, lo que más le gusta para «poder decir la verdad». Algo que al parece no podía hacer cuando era vicepresidente segundo.

El caso del expresidente de Ciudadanos se estudiará en las facultades de Ciencias Políticas. Llegó a la primera línea de la política de la nada. Condicionó el Gobierno de Rajoy, puedo pactar con Sánchez aquel Gobierno de los 180 escaños entre el PSOE y Cs que pudo haber dejado en fuera de juego al independentismo... Alguien le convenció de que podía 'sorpasar' al PP y como muestran los hechos, se equivocaron de plano. Llegó a tener 57 escaños y dejó al partido con apenas 10 tras la repetición electoral que él provocó. Dejó la política aquella noche electoral. Fichó por un despacho de abogados que luego le echó por «bajo rendimiento». Desde entonces, poco o nada se sabe de él.

Si hay una persona que gestó la moción de censura de la mano del PNV esa es Marta Pascal, la antigua líder del PDeCAT. Su papel fue decisivo pero luego fue devorada por las guerras fraticidas en el seno del independentismo. Siempre defendió el extinto modelo de CiU, hacer un PNV a la catalana, pero su experimento del Partido Nacionalista Catalán sigue sin fraguar. Pasó luego al Senado, lo dejó por discrepancias con JxCAT y a los meses decidió refugiarse en el mundo de la universidad harta de los continuos ataques que recibía en las redes sociales.

Si hay un partido que ahora ostenta gran parte del protagonismo en el Congreso es Esquerra Republicana. En aquellos días de la moción de censura estaba liderado por Joan Tardá, que ya tenía como fiel escudero a Gabriel Rufián. Poco después, el profesor Tardá decidió dar un paso a un lado para reconvertirse en tertuliano, cediendo los bártulos a su delfín. El rol que desde entonces ha asumido Rufián es de sobra conocido...