La discreta investigación del Grupo 6 de la Ertzaintza sobre el 'caso Larrion' apunta en una dirección. Diez días después de conocerse su presunta suplantación de identidad -usó el carné de una compañera de la dirección del partido en Álava para abrir una cuenta corriente- ... se cree que la ahora investigada lo hizo para intentar perjudicar a la víctima, Rebeka Martínez de Compañón, con quien mantenía una relación política y personal distante.
Publicidad
Según ha sabido este periódico de fuentes próximas al caso, la investigación sigue abierta con avances mínimos, aunque se han descartado opciones manejadas en un principio, como que ambas hubieran alcanzado un acuerdo para desviar dinero o que la cuenta sirviera de 'caja B' para financiar a la coalición abertzale. Tampoco convencieron las explicaciones dadas en comisaría por la ya exlíder de EH Bildu en Vitoria y que hacían referencia a un problema personal.
El pasado lunes 22 de febrero, tras participar en el homenaje a Fernando Buesa y Jorge Díez Elorza, Larrion negó a los agentes cualquier implicación delictiva en la apertura de esa cuenta. Esa misma tarde, su formación comunicó su dimisión por «vulnerar el código ético» sin dar mayores explicaciones. El día siguiente, después de que este periódico desvelara la causa real de su marcha forzada de la política, la propia Larrion lo atribuyó a «un error en un momento personal difícil». Añadió que había abierto «una cuenta corriente con la tarjeta de una compañera con el fin de ingresar algún dinero si lo viera necesario, en un momento de apuro».
Estas aclaraciones, considera la Ertzaintza, son insuficientes y no llegan al fondo real del asunto, todavía desconocido. Los investigadores, eso sí, sospechan que Larrion pudo intentar atribuir un delito inexistente a Martínez de Compañón. El código ético de Bildu obliga a una dimisión inmediata en el caso de ser investigado. Otro detalle que mantiene abierta esa vía es que Larrion «dio un apartado de correos como dirección de contacto» en vez de la vivienda de la suplantada que, al ser informada de la identidad de la sospechosa, primero quiso retirar la denuncia y, al ser informada de que la investigación continuaría de oficio, decidió ampliarla.
Publicidad
La Ertzaintza ha constatado que Larrion y su víctima, que además de ser asesora del partido forma parte de la Ejecutiva alavesa, estarían enfrentadas «desde hace tiempo». La suplantada «pertenece al aparato» de Sortu y se le considerada alineada con el sector más ortodoxo. Larrion era un verso suelto de la izquierda abertzale. Desde su irrupción en la primera línea política hace siete años, trató de labrarse una imagen propia.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.