La Ertzaintza busca evidencias para identificar a la etarra que atentó junto a 'Ata' contra los ertzainas de Beasain

Erkoreka ha explicado que «hay datos, hay testimonios» que ponen de manifiesto que en el atentado en Beasain intervinieron dos personas. Sobre la segunda de ellas, ha remarcado que «todavía no existe evidencia científica en el mismo nivel y en la misma medida que lo hay en relación con Mikel Karrera». El consejero de Seguridad y vicelehendakari no ha mencionado en ningún momento el nombre de esa segunda persona, pero en su día la exmiembro de ETA Itsaso Zaldua compareció ante Joaquín Gadea, el magistrado de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, como imputada por la muerte de los dos ertzainas, a quienes dispararon a «bocajarro» dos personas que se les acercaron por «detrás». Zaldua declaró que cuando se produjo el citado atentado ella estaba en otro lugar. Fuentes presentes en la declaración indicaron que negó su participación y aseveró que en el día y la hora en que tuvo lugar el doble crimen ella se encontraba en un hospital visitando a una prima que había dado a luz.

En este atentado, ha recordado Erkoreka, la gestión del escenario se produjo desde el primer momento y con medidas «que pueden ser útiles para calibrar lo que significa esto en cada momento». Ha explicado que al hablar del escenario del crimen con frecuencia se piensa en el lugar donde se ha producido el asesinato, «pero es que en este caso fue clave poder preservar el vehículo en el que los autores del atentado quisieron huir del atentado, no era estrictamente el escenario del crimen, pero sí estaba estrechamente relacionado con él». Erkoreka ha expuesto que cuando los autores del atentado lo abandonaron el vehículo lo hicieron instalando en él un artefacto explosivo con un temporizador que estaba programado para que el coche reventase y no quedara ninguna prueba ni evidencia de ningún tipo y que la investigación posterior fuera imposible. «Fue urgente e imprescindible que la unidad de desactivación de explosivos de la Ertzaintza se aproximara, neutralizara ese artefacto y consiguiera que no reventase. Y lógicamente a partir de ahí empezara a aprovechar todas las evidencias y materiales, todas las pruebas que estaban recogidas en el coche», ha relatado.

Finalmente fue la cobertura de un caramelo que se recogió y se identificó allí, «pero como todavía no había herramientas científicas suficientes para trazar su perfil genético», ha citado, no se pudo identificar a nadie. Ahora el desarrollo científico «sí que lo permite y ha sido posible el contraste» con todas las bases de datos a las que periódicamente recurre la Ertzaintza para contrastar esas evidencias y hacer posible la identificación de la autoría.