Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
olatz barriuso | iñigo fernández de lucio
Domingo, 13 de febrero 2022, 02:20
El PSE dio ayer un sorpresivo golpe de timón al incipiente acuerdo político que debía sentar las bases del sistema educativo vasco para los próximos años, un puñetazo en la mesa en toda regla que amenaza con provocar serias turbulencias en el Gobierno de coalición ... que preside Iñigo Urkullu. Cuando el primer borrador del pacto parecía encarrilado con el visto bueno de los dos socios del Ejecutivo de Vitoria y EH Bildu, el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, echó ayer un jarro de agua helada sobre las expectativas del consejero de Educación, Jokin Bildarratz, de tener listo el documento final el próximo 28 de febrero al pedir más peso para la red pública y que se piense más en las competencias de los alumnos que en hacer del euskera «el epicentro del debate».
El acuerdo no solo tardará más tiempo del previsto -el PSE quiere que se amplíen los plazos para debatir el texto y presentar enmiendas- sino que todo apunta a que el proceso para aquilatarlo, si es que se logra, no será precisamente pacífico. «No va a ser fácil, no», concedían ayer fuentes socialistas que recordaban, sin embargo, que la trascendencia del asunto aconseja evitar las «prisas» que achacan al PNV. «Se trata de sustituir la ley (de Escuela Pública vasca) que impulsó Fernando Buesa, eso no se puede hacer en dos semanas», abundaron.
Precisamente, Andueza, que aprovechó la reinauguración de la casa del pueblo de Astrabudua para lanzar su aldabonazo, citó al consejero socialista de Educación asesinado por ETA como prólogo al mensaje que quería trasladar: que «en estos momentos no existe ningún acuerdo con nadie, ni siquiera entre los dos socios de gobierno», que los socialistas darán la batalla en una cuestión «nuclear» y «tremendamente sensible» y que el texto que se presentó el pasado martes en la ponencia constituida para alumbrar la reforma «es exclusivamente del presidente de la comisión», el peneuvista Gorka Álvarez.
El líder del PSE desbarató así la impresión generalizada de que el entendimiento entre su partido, el PNV y EH Bildu en torno al pacto que sitúa el euskera como «prioritario» frente al castellano era sólido. «Nos vale», decían los socialistas el martes. El miércoles, Bildarratz daba por bueno, en privado, el consenso alcanzado con PSE y Bildu. El jueves, la enmienda transaccional que firmaron esos tres grupos a una propuesta de Elkarrekin Podemos-IU para limitar la renovación de los conciertos a dos cursos ahondó en la impresión de que el acuerdo era un hecho. Pero, en paralelo, el secretario de Educación de la ejecutiva del PSE, Alfredo Retortillo, trasladaba al consejero las serias objeciones de los socialistas al borrador. Hubo sorpresa y desconcierto. Y, desde su escaño, José Antonio Pastor, advertía: «Hay que pulir cuestiones que no nos acaban de convencer. Hay trabajo por delante».
Ingente, a tenor del calado de los aspectos en los que discrepa el PSE. Más que aristas que se puedan limar, son cuestiones absolutamente troncales que, de modificarse, alejarían a la izquierda abertzale. De hecho, Andueza ya avisó ayer de que «primero» es preciso buscar un acuerdo entre los socios sobre el texto articulado que dé cuerpo a la futura ley. «Y a partir de ahí buscaremos que el máximo de partidos posible puedan sumarse», ahondó.
El 'pero' más importante del PSE tiene que ver con la pretensión de PNV y Bildu de crear un servicio vasco de educación que englobe a todos los centros sin importar su titularidad para que los que se acojan a ese paraguas estén financiados al 100%, lo que abriría la puerta a que la euskaldunización del alumnado condicione las ayudas y favorezca a las ikastolas de la red concertada. Los socialistas se acercan a las posiciones de Podemos y rechazan que «se meta en el mismo saco» a los centros públicos y a los de titularidad privada y piden «más peso» para los primeros. «Vamos a poner el acento en el valor que damos a la escuela pública vasca, ahí radica la base de la igualdad», enfatizó Andueza.
El PSE pide además que se aclare mejor la autonomía de los centros para adecuar su modelo a «la realidad sociolingüística» de cada zona, para que la futura ley no caiga en la «desregulación» pero tampoco avance hacia una inmersión 'de facto' en euskera. De hecho, los socialistas discrepan de que el enfoque de la reforma gire en torno al euskera al precio de descuidar «la excelencia» en la formación. Por último, rechazan un sistema de evaluación de los resultados propio y exigen que Euskadi se pueda comparar con otras comunidades.
«El borrador del pacto es el pistoletazo de salida, un documento de bases sobre el que trabajar que nosotros vemos con buenos ojos»
«Ese documento tiene los ingredientes fundamentales para alcanzar un acuerdo transversal, pero también hay margen de mejora»
«En estos momentos no existe ningún pacto en torno a la reforma educativa, ni siquiera entre los socios de gobierno»
«PNV y EH Bildu han mostrado sintonía desde el inicio, es evidente que hay un acuerdo previo entre ambos»
«La educación no puede estar al servicio de ningún proyecto político ni de construcción nacional»
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.