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Beatriz Juez
Jueves, 1 de septiembre 2022, 21:03
El juicio contra dos acusados de guardar en 2015 armas y material explosivo de ETA en una casa en el centro de Biarritz supuestamente con vistas al desarme arrancó ayer en el Tribunal Correccional de París. El juicio finaliza este viernes, cuando podría conocerse la sentencia. En el banquillo de los acusados se sientan la francesa Nathalie Chasseriaux, arquitecta de profesión y propietaria de la casa donde se encontraron las armas y los explosivos de ETA, y el español Enrique López Jurio, profesor de euskera en un centro para adultos en Biarritz.
López huyó de España a Francia a mediados de los años 80 cuando la policía española sospechaba que colaboraba con ETA, y vivió en México durante un docena de años. Nunca ha sido juzgado y condenado. Antes de su detención, vivía entre España y Francia, a donde regresó a finales de los 90.
La policía francesa y la Guardia Civil descubrieron el 28 de mayo de 2015 un arsenal de armas y explosivos de ETA en la llamada Villa Cambarre en Biarritz. En la «casa-zulo», como la prensa la denominó entonces, encontraron armas cortas, matrículas falsas y material para la fabricación de explosivos que podrían utilizarse para preparar atentados.
El material, parte del cual procedía de varios robos a mano armada en Francia, estaba guardado en dos baúles y tres bidones con líquido inflamable cuando fue descubierto por la policía. Enrique López, que se presentó como un simpatizante de la izquierda abertzale, explicó que recibió a finales de 2014 una carta de ETA pidiéndole si podía almacenar ese material destinado «al desarme y a la solución del conflicto», según asegura que le dijeron.
López reconoció haber transportado en el coche de la acusada las armas y el material explosivo y almacenarlo en la casa de Chasseriaux. El acusado, que se considera como «un precursor de los artesanos de paz», sostuvo que recuperó el material «con la certitud moral de que la lucha armada (de ETA) había terminado y era una acción para la paz». Para su transporte pidió prestado la furgoneta de Chasseriaux sin precisarle a la mujer de qué material se trataba. Los dos acusados era amigos y habían tenido en el pasado una relación amorosa durante un año.
«Un amigo me pidió guardar un material y le dije que sí», dijo la acusada en su defensa. Chasseriaux aseguró que no sabía que se trataba de armas y explosivos y que solo quería hacer un favor a un amigo. El descubrimiento de este arsenal de ETA fue presentado en 2015 por la Guardia Civil como una importante operación de desarticulación de la estructura técnico-logística de la banda en Francia. Por su parte, la organización terrorista criticó entonces la intervención policial y acusó a los Estados español y francés de «golpear el proceso de sellado» de sus dépositos de armas y «atacar el proceso acordado» con la Comisión Internacional de Verificación (CIV) para dejar fuera de uso operativo las armas de ETA.
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