El Ejército se queda en San Sebastián con un nuevo cuartel a 250 metros del actual

Los cuarteles de Loiola, que acogen al regimiento de infantería Tercio Viejo de Sicilia número 67, llevan años en el punto de mira de la capital guipuzcoana como espacio de oportunidad para expandir su trama urbanística. El Ayuntamiento ha buscado de manera insistente un acuerdo para adquirir la superficie, equivalente a 20 campos de fútbol, pero Defensa siempre había condicionado el acuerdo a la búsqueda de un emplazamiento alternativo. El acuerdo por el que el PNV aprobará los Presupuestos, en cambio, eliminaba ese requisito y aceleraba el proceso de enajenación.

El anuncio suscitó una catarata de reacciones e incluso una disputa interna en el PP. Mientras Pablo Casado y Carlos Iturgaiz cargaban contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez por «borrar la presencia de España en el País Vasco», el grupo municipal del partido conservador avalaba la operación urbanística como una «oportunidad histórica» para la ciudad. Aunque el portavoz, Borja Corominas, criticó que el Gobierno alentara las «aspiraciones» nacionalistas de «echar al Ejército» de Euskadi, consideró «garantizada» la permanencia de las Fuerzas Armadas en San Sebastián.

El Gobierno ha querido ahora zanjar cualquier duda sobre la continuidad de los militares en la capital guipuzcoana y ha puesto la chincheta en el mapa. Se da la circunstancia de que la ubicación elegida, muy cercana a la actual, ya fue propuesta por el propio Ayuntamiento de San Sebastián al Ministerio de Defensa. Sin embargo, la Secretaría de Estado la rechazó porque, a su juicio, no reunía las condiciones necesarias para acoger unas instalaciones de estas características. También lo hizo con otros tres emplazamientos, la última vez hace solo dos semanas.

Ahora, tras el pacto presupuestario con el PNV, Defensa cambia de opinión. Las obras para la construcción del nuevo cuartel militar, que será más pequeño que el actual, serán sufragadas en su mayor parte con el dinero que el Ayuntamiento donostiarra pague por los terrenos de Loiola. Y es que la cesión pactada con los jeltzales no es gratuita, sino que se deberá formar una comisión para acordar un precio por una superficie con una ubicación privilegiada.