Un edil del PNV en Ibarra denuncia una agresión: «Me han pegado solo por motivos ideológicos»

Según la denuncia que presentó el domingo en la comisaría de la Ertzaintza de Tolosa, el edil jeltzale, que lleva tres legislaturas en el cargo, se dirigía a media tarde a la estación de tren en Ibarra cuando al menos dos personas impedían el paso a los viandantes. «Simplemente le toqué el hombro a uno de ellos para pedirle por favor que me dejara pasar», relata Cid. La respuesta del agresor, sin embargo, fue propinarle un puñetazo en la cara y una patada en el estómago mientras le recriminaba entre insultos, que Cid no acertó a escuchar, haberle empujado. Fue un testigo de los hechos, el dueño de una cervecería cercana al lugar donde se produjo el ataque, quien le aseguró que el agresor gritaba: «¡A estos del PNV hay que echarles de aquí!».

Conmocionado por lo ocurrido, y aún recuperándose de las lesiones físicas, Cid no se explica por qué ha sufrido semejante ataque. «Psicológicamente no estoy bien, estoy descolocado, porque algo así nunca te lo esperas. Todavía tengo un poco de 'tontera' por el golpe en la cabeza», relata. «En los tiempos duros -cuenta en alusión velada a los años de terror provocados por ETA- uno casi hasta se lo puede esperar, pero hoy en día...», manifiesta dolido. A su juicio, «que una persona pegue así porque sí es impresentable, pero que encima lo haga por motivos ideológicos no es de recibo», denuncia el edil jeltzale, que atribuye el ataque a simpatizantes de la izquierda abertzale.

Después de la agresión, Cid, de 66 años, se acercó a la cervecería para pedir hielo y tratar de cortar la hemorragia de la nariz. Después, cuando se dispuso a coger el tren con destino a Ordizia, la taquillera de la estación le facilitó Betadine, gasas, papel y tiritas. Dos personas a las que Cid quiere agradecer por su atención.

Al día siguiente de los hechos, y tras meditarlo por la noche, Cid decidió presentar una denuncia ante la Ertzaintza. Pero antes acudió a la Clínica Asunción, donde los sanitarios elaboraron un parte médico tras atenderle. Según cuenta Cid, soportó los golpes por su condición física. «He tenido suerte porque tengo una constitución fuerte y aguanté los golpes», explica, ya que el concejal fue durante años jugador de rugby.

El PNV de Ibarra ha remitido un comunicado para expresar su «más rotunda condena» al ataque que sufrió el concejal jeltzale «mientras el agresor lanzaba improperios contra el partido».

«Durante mucho tiempo, los concejales del PNV de Ibarra han sufrido vacíos, insultos, malas miradas... Y, ahora, esta agresión ha sido la gota que colma el vaso», denuncia el partido, que asegura que «es un claro ejemplo de que en nuestra sociedad sigue habiendo quien no acepta que coexistan diferentes maneras de pensar». «Hay quien sigue queriendo imponer el pensamiento único, y eso resulta inadmisible», apuntan. Por ello, exigen terminar con este tipo de actitudes y que «se respete a todas las personas, con independencia de su ideología, su militancia o su afinidad política».