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David Guadilla
Domingo, 4 de septiembre 2022, 15:57
Eusko Alkartasuna ha escenificado este domingo la fractura en la que lleva inmersa desde hace años. En realidad, en estos momentos detrás de las siglas de EA se esconden dos grupos que funcionan de forma autónoma, que no se reconocen y que se cruzan descalificaciones ... de trazo grueso. La formación nació tal día como hoy de hace 36 años como una escisión del PNV y la celebración de esa efeméride ha demostrado el abismo existente entre las dos corrientes. Dos actos separados y reproches. Así ha sido el 'cumpleaños' de EA.
En el partido integrado en EH Bildu viven dos sectores antagónicos. Uno está liderado por Eba Blanco y tiene como referente a Pello Urizar; en el otro están, entre otros, Carlos Garaikoetxea y Maiorga Ramírez. Hay denuncias cruzadas ante los tribunales y las dos partes acusan a la otra de usurpar y utilizar las siglas de la formación. Hay discrepancias personales y sobre cuál tiene que ser su papel dentro de EH Bildu. Las posibilidades de que haya una reconciliación son mínimas, por no decir nulas.
La celebración 'oficial' estaba convocada a las 12.30 horas y en ella tomaba parte Blanco, elegida secretaria general en un congreso que los afines a Garaikoetxea no reconocen y que la justicia ha puesto en cuestión. Se trataba de inaugurar la nueva sede del partido en Vitoria. La convocatoria que se había remitido a los medios señalaba que «este es el único acto convocado por Eusko Alkartasuna para el domingo. Cualquier otra convocatoria que recibáis será ajena y no representará a Eusko Alkartasuna». Se refería al que había organizado la otra parte media hora antes en el 'alkartetxe' de la capital alavesa con la presencia de Ramírez y Garaikoetxea.
Durante su intervención, Blanco no ha ahorrado críticas. Ha acusado a los seguidores del exlehendakari de organizar un «nuevo circo» para tratar de «estropear» el aniversario del partido y ha mostrado su tristeza por el hecho de que Garaikoetxea haya optado «por reunirse con otras personas para celebrar un acto alternativo paralelo».
No muy lejos de allí, el fundador de EA escuchaba la intervención de Maiorga Ramírez, quien ha defendido la trayectoria histórica de su partido frente a la «bochornosa» actuación de la actual dirección capitaneada por Blanco, a la que también ha acusado de «vulnerar la participación democrática». Garaikoetxea ha optado por no hacer declaraciones.
Las dos corrientes insisten en recalcar que EA tiene futuro, pero no está muy claro cuál será. Casi cuatro décadas después de su nacimiento tras romper con el PNV, la única pregunta que queda por resolver es cuándo se producirá la ruptura oficial de EA.
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