El discurso de la ultraderecha también arrasa en el País Vasco francés

No es una tendencia nueva en realidad. En Iparralde, la formación de Le Pen, cuyo cabeza de lista era el joven eurodiputado Jordan Bardella (28 años), ha duplicado sus votos en la última década: en 2014 obtuvo 13.256 sufragios; 17.415 en las del 2019 y 29.516 ahora. Un crecimiento progresivo durante la última década. Por ejemplo, en Hendaia, Agrupación Nacional consiguió el 21,5% de los votos, seguido de cerca por el Partido Socialista con un 19,9%; en San Juan de Luz, los resultados fueron algo más apretados, con la formación de Le Pen por delante, pero solo con un punto más que el partido de Macron, y a cuatro de los socialistas.

En Urruña, Cambo, Baja Navarra o Zuberoa, más de lo mismo, aunque en las dos últimas, la segunda fuerza ha sido el recién creado Alianza Rural. Se trata de un partido creado por cazadores, agricultores y ganaderos que, eso sí, en términos nacionales solo ha logrado un 2,5 % de los votos. Un 5% del electorado del País Vasco francés se inclinó por apoyar a Reconquista, otra formación de carácter ultra liderada por el periodista Eric Zemmour.

De esta forma el discurso ultra se asienta en la sociedad vascofrancesa, lo mismo que ha ocurrido, no solo en el resto del territorio galo, donde cosechó más del 31% de las papeletas, sino en Alemania e Italia. El partido AfD (expulsado recientemente de ID) se convirtió en la segunda fuerza, y las formaciones de Giorgia Meloni y La Liga, del también ultraderechista Matteo Salvini, se llevaron la mayoría de los sufragios. Se unen a la lista Países Bajos, Bélgica, Austria o España, donde Vox ha sido la tercera fuerza más votada y Se Acabó la Fiesta, del controvertido Alvise Pérez, se ha hecho con tres escaños.