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El inicio del curso político llega con una nueva bronca entre los socios de Gobierno. En este caso fue Yolanda Díaz, que está a punto de relanzar el proceso de escucha de su nueva plataforma, la que encendió la mecha. La vicepresidenta segunda puso a ... Pedro Sánchez en un brete al lanzar duras críticas contra los empresarios que fueron inmediatamente reconvenidas por el PSOE. También azuzó el «otoño caliente» que auguran los sindicatos en plena negociación social. Pero, sobre todo, cuestionó la senda que pretenden seguir los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023.
Serán las últimas Cuentas antes de las municipales, autonómicas y generales, y tanto los socialistas como Unidas Podemos fían a su aprobación sus posibilidades de remontar todas las encuestas que a día de hoy lidera el PP. Fuentes socialistas señalan que las conversaciones sobre los PGE comenzaron entre los socios a primeros del mes de agosto, y dan por sentado que las conversaciones navegan hacia buen puerto.
El optimismo del PSOE choca con las declaraciones en las que Díaz desmintió ayer cualquier acuerdo para elevar el gasto en Defensa, tal y como se comprometió Sánchez durante la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. Podemos viene trasladando que solo lo aceptará si también aumenta la inversión social, pero Díaz fue bastante más allá al asegurar que el techo de gasto pactado en verano no contempla ampliar los recursos militares. «Con eso doy una pista», dijo en la Ser.
La respuesta llegó poco después por parte de Pilar Alegría, portavoz nacional socialista: «Los Presupuestos saldrán en tiempo y forma porque suponen mejorar la calidad de vida de los ciudadanos». La también ministra de Educación no aclaró si el gasto militar ascenderá o no a partir de enero de 2023, en tanto y cuanto España destina a día de hoy poco más del 1% de su Producto Interior Bruto (PIB) a Defensa cuando los aliados le exigen hasta un 2%.
El PSOE prefiere echar balones fuera. Desde la dirección del partido se da por seguro que, pese a estas diferencias «propias de dos partidos diferentes que forman una coalición», Unidas Podemos acabará por apoyar los Presupuestos como ya hicieron los dos años anteriores. La alternativa significaría pulsar el botón del adelanto electoral, advierten desde Ferraz.
Esta es una posibilidad que descarta Sánchez, que aspira a jugar un papel internacional protagonista gracias a la presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023. Los socialistas apuestan buena parte de la remontada a ensalzar la figura internacional de su jefe de filas. El pasado junio, Madrid albergó una conferencia de la OTAN contra la que Unidas Podemos apoyó manifestaciones. Líderes mundiales como Joe Biden, Enmanuel Macron u Olaf Scholz no ahorraron elogios hacia su homólogo español
Los socialistas también dudan de que Unidas Podemos vaya a provocar una crisis de gobierno, toda vez que el proyecto de Yolanda Díaz apenas ha echado a andar. En cualquier caso, el aumento del presupuesto del Ministerio de Defensa es un tema especialmente delicado dentro de la coalición.
Pero aún llegando a un acuerdo de mínimos con Unidas Podemos, el PSOE también deberá convencer a sus socios de investidura, para lo que desde Ferraz se apelará una vez más a la responsabilidad de Estado de partidos como Esquerra y el PNV. A Sánchez no le quedarán otras puertas a las que llamar que las nacionalistas e independentistas ya que se da por descontado el 'no' del PP a las Cuentas.
Díaz ya tensionó el Consejo de Ministros la semana pasada al asegurar, sin consultar con el PSOE, que antes de 2023 se producirá un aumento del Salario Mínimo Interprofesional. En ese sentido, ayer insistió en que comprendería las presiones sindicales en la calle de no aceptar la patronal la propuesta. Un incendio que también trató de atajar Pilar Alegría, quien se esforzó en destacar que a diferencia del PP, los sindicatos y los empresarios «han sabido estar del lado de la gente» y «arrimar el hombro». «Alejemos el ruido», pidió por su parte Patxi López.
Desde la dirección del PSOE se comprende que el socio minoritario de una coalición busque su espacio de cara a las próximas citas con urnas, pero no se entiende que se pueda torpedear lo que aún resta de legislatura.
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