«Hay determinadas huelgas que perjudican a la sociedad y a la economía»

- Después de más de once años, ¿cree que el gesto augura un cambio de escenario?

- Me parece un paso muy importante. La Mesa de Diálogo Social del Gobierno vasco -en la que no participan ELA y LAB- está abierta y mi mano tendida. Hay cosas también, como la entrada de LAB en Lanbide, que suponen un avance.

- ¿Cree que ELA ha sido culpable de la tensión del diálogo social en Euskadi?

- La conflictividad laboral es un instrumento que usan los sindicatos para conseguir mejores condiciones. Pero hay que tener un equilibrio. Hay determinadas huelgas que se convocan cuando las centrales han firmado ya convenios y, por lo tanto, perjudican a la sociedad, a la economía y dan una imagen bastante mala.

- Urkullu insinuó que había huelgas en servicios públicos que buscaban objetivos políticos, ¿es así?

- Las huelgas en el sector público tienen una incidencia importante en la ciudadanía. Pero se hacen por motivos laborales. No he tenido nunca la tentación de pensar que se hacen con motivos políticos.

- Euskadi es líder en absentismo, ¿qué se puede hacer?

- Hemos hablado mucho con patronal y sindicatos. Es una cuestión que está en la Mesa de Diálogo Social y hay que desgranar las causas. Mucha gente no va a trabajar porque está de baja médica. Tenemos que investigar eso, las nuevas enfermedades, las afecciones mentales y psicosociales. Las centrales están receptivas porque también les preocupa.

- Lanbide parece la obra de nunca acabar. ¿Cuándo va a terminar su transformación?

- Me toca culminarla, poner en marcha la Ley de Empleo. En enero será un ente público de derecho privado y hemos desarrollado todo un proceso para que sea un servicio de empleo con una atención individualizada. Hacía falta un cambio organizativo para que se vea como un instrumento para encontrar empleo por parte de los parados y las empresas. Así que tenemos un reto importante que no va a ser fácil.

- Desde la pandemia, el empleo público ha crecido más de un 10% y el privado un 1,7%, ¿es sostenible?

- Hay que tener en cuenta que en las administraciones se está produciendo una jubilación masiva. Y los servicios públicos requieren cada vez de más personal, hay nuevas competencias que asumen el Gobierno, los ayuntamientos y las diputaciones. Si queremos unos servicios de calidad, tiene que generarse empleo.

- ¿Le gustaría decidir en Euskadi la retribución de los funcionarios vascos?

- Se puede estudiar, pero no lo veo cercano. Los funcionarios lo son en el ámbito del Estado y hay que mantener cierta homogeneidad. Aun así, dentro del convenio de la función pública, se pueden explorar otras vías.

- ¿Defendería bajar los impuestos a las empresas que suban los salarios?

- Las empresas tienen que pagar lo que corresponde y retribuir a sus empleados independientemente de que les bajemos o subamos los impuestos.

- Confebask pide una «nueva mirada fiscal»...

- En el tema impositivo tenemos que hacer una reflexión sobre qué tipo de sociedad y de país queremos y, en función de eso, establecer una fiscalidad justa.

- ¿Es necesario reducir la jornada laboral?

- Lo que hay que hacer es un debate y que cada empresa pueda adoptar su trabajo y su plantilla a un nuevo escenario. Llevamos 40 años con el mismo modelo de jornada, es momento de establecer si podemos reducirla. Además, en Euskadi, la mayoría de los convenios están por debajo de las 37,5 horas.

- El Gobierno vasco ha criticado que los fondos europeos llegaban tarde y poco y, además, ha reclamado que Euskadi tenga más capacidad de decisión sobre su destino. Ahora dependen de su cartera de gestión.

- A Euskadi han llegado 2.423 millones, 1.263 de gestión autonómica y 1.190 asignados por el Estado. Criticar este sistema de financiación tan importante, no beneficia a los objetivos que perseguimos, y están permitiendo poner en marcha proyectos muy importantes. Que nos gustaría gestionar todos los recursos, claro, pero son fondos de la UE y son los Estados los que tienen que justificar su uso. Eso requiere centralizar su gestión.