Desestiman la denuncia de los críticos de EA por irregularidades en las primarias

Este juicio se inició después de que Ramirez y los coordinadores de Álava, Gipuzkoa y Navarra, Iratxe López de Aberasturi, Mikel Goenaga y Miren Aranoa, denunciaran que se había vulnerado su derecho a participar en las primarias al no tener acceso a todos datos de los afiliados. Ramírez no supero el corte y Blanco fue elegida el pasado otoño como sucesora de Pello Urizar. Un nombramiento que el sector crítico nunca ha reconocido. De hecho, las dos corrientes mantienen una evidente fractura.

La dirección de EA defendió en todo momento que había obrado con los reglamentos internos en la mano y siguiendo los dictados de la asamblea nacional y subrayó que los cuatro demandantes habían intentado sabotear el rumbo que marcan los afiliados sin aportar pruebas.

Detrás de esta polémica que ha dividido el partido en dos se esconden dos tipos de conflicto. Uno es de estrategia política. El sector oficial apoyó en 2017 el proceso de refundación de EH Bildu, que otorgó a la coalición soberanista una mayor autonomía con una estructura propia y sus militantes. Los partidos que componían la alianza perdían parte de su poder. Una decisión errónea para los críticos porque, a su juicio, otorga más poder a la izquierda abertzale. Pero eso ha terminado derivando en conflictos personales de muy difícil solución.