![PNV y PSE deberán acordar si vetan a los consejeros de Vox en Castilla y León](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202204/14/media/cortadas/pnv14-k2U-U1601664453371kmD-1248x770@El%20Correo.jpg)
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La entrada de Vox en el Gobierno de Castilla y León amenaza con poner patas arriba las relaciones interinstitucionales de las autonomías gobernadas por el PSOE con el Ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco y, en particular, con las consejerías de Industria y Empleo; Agricultura; y ... Cultura y Turismo que controla la formación de Santiago Abascal. Y, en mitad de la tormenta, el Gobierno vasco, que, como comunidad limítrofe, no solo tiene intereses comunes sino incluso un extenso convenio de colaboración que ultimaron en otoño ambos gobiernos para garantizar y reforzar la prestación de servicios públicos -esencialmente sanitarios, pero no solo- en las áreas geográficamente cercanas como Treviño o Miranda de Ebro.
El Consejo de Gobierno se dio por enterado de la suscripción del protocolo en diciembre y esa misma semana, en plenas navidades, estaba previsto que Mañueco se desplazara a Vitoria para escenificar con Urkullu la firma de un acuerdo de colaboración que ratifica y amplía los que ambas comunidades vienen rubricando desde 2012.
El adelanto electoral en Castilla y León obligó a aplazar el acto protocolario, que ahora ha quedado en el aire. La cuestión no es menor porque obligará a la coalición PNV-PSE a acordar si veta a los consejeros de la extrema derecha y escenifica, en la práctica, un cordón sanitario al Gobierno castellanoleonés, como han pedido presidentes autonómicos socialistas como el asturiano Adrián Barbón o el valenciano Ximo Puig, u opta por la normalidad institucional. El documento, que ha sido remitido a la Mesa del Parlamento a petición de EH Bildu, contempla la colaboración en materia sanitaria y asistencial, pero también en muchos otros ámbitos que incluyen las nuevas áreas de responsabilidad de Vox y también Igualdad, un terreno pantanoso por el cuestionamiento que la formación de Santiago Abascal hace de la violencia de género y la próxima aprobación de una ley de violencia intrafamiliar.
El convenio, en su punto noveno, se compromete, por ejemplo, a impulsar conjuntamente campañas para promover la igualdad «y contra las distintas manifestaciones de violencia contra las mujeres», además de poner a disposición de las víctimas una red compartida de centros de acogida. En Industria, ahora en manos de Vox, se plantean «alianzas estratégicas» en automoción, aeronáutica y renovables o para desarrollar el coche eléctrico. En Agricultura se persigue optimizar los cultivos de remolacha o patata y en el ámbito cultural se promueve un ramillete de iniciativas dispares como, por ejemplo, los intercambios entre orquestas sinfónicas.
El asunto no divide aún a los socios porque no hay una decisión tomada, pero podría hacerlo. No se abordó en el Consejo de Gobierno del pasado martes, cuando Barbón ya había lanzado la primera piedra, y tendrá que esperar a la próxima reunión, que por el paréntesis vacacional será el 26 de abril. Fuentes del PSE consultadas por este periódico apuestan, como ha hecho por ejemplo el vicepresidente socialista de Revilla en Cantabria, por escenificar con gestos concretos el aislamiento de Vox.
La pata jeltzale del Gobierno gana tiempo y deja la pelota en el tejado de Castilla y León. «Tendrán que aclarar ellos si siguen considerando oportuna la firma, y si los nuevos socios, que ya se han manifestado contra el Estado de las Autonomías, están de acuerdo», sostienen en Lakua. Eso sí, garantizan, igual que el PSE, que los servicios públicos en las zonas limítrofes están «garantizados y en absoluto en riesgo» -lo mismo dice el PSE- y recuerdan que el lehendakari contesta las preguntas de Vox y les ha invitado a las rondas de partidos aunque ellos hayan declinado la oferta, En realidad, en privado, los peneuvistas creen que hay una deliberada «sobreactuación» ordenada desde Moncloa para debilitar a Núñez Feijóo y no quieren que se les «utilice» como ariete en esa guerra.
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