Varios dispositivos policiales recientes, como el del partido de Copa del Athletic, han colocado a la Ertzaintza en el foco del debate. Ignacio Pérez

El debate sobre la Ertzaintza entra de lleno en la precampaña electoral

Los recientes altercados y su respuesta policial reabren una discusión recurrente con posturas polarizadas que agita el pulso entre los partidos

Domingo, 10 de marzo 2024, 00:42

El de la Ertzaintza y su modelo es un debate cíclico en la política vasca, marcadamente polarizador entre posturas contrarias y capaz de monopolizar la agenda pública pese a que la seguridad sólo se cuela entre las principales preocupaciones ciudadanas cuando se habla de delincuencia. ... Nadie contaba, sin embargo, con que fuera a entrar de lleno en una precampaña electoral de aparente guante blanco en la que los candidatos, casi todos nuevos, se centran en las cosas del comer y evitan activar polémicas que puedan desviar su medida estrategia en la carrera hacia las urnas.

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No es la primera vez que este asunto condiciona el debate político al calor de altercados. Y no hace falta remontarse a los tiempos de la kale borroka. En esta misma legislatura, los disturbios contra las restricciones en la pandemia ya agitaron un duro enfrentamiento entre PNV y EH Bildu. El Gobierno vasco apuntó a la existencia de grupos organizados y la falta de condena por parte de la izquierda abertzale llevó a Iñigo Urkullu a denunciar su «actitud repulsiva» e incluso compararla con su postura ante los 'ongi etorris'. Arnaldo Otegi respondió diciendo que eran unas palabras «miserables».

Ahora, en una situación de normalidad tras la crisis sanitaria, la acumulación de altercados en apenas unas semanas ha venido ligada fundamentalmente a partidos de fútbol de alto riesgo -como el Athletic-Atlético de Copa y el Real Sociedad-PSG de Champions- y a manifestaciones como la del 3 de Marzo en Vitoria. También a hechos imprevistos como la pelea en un bar de Tolosa que acabó con cargas policiales en la calle. Todos esos acontecimientos tienen en común, según el Departamento de Seguridad, la participación de radicales organizados con intención de alterar el orden público.

Pero el foco esta vez, en mayor o menor medida, se ha desviado hacia la actuación de la Ertzaintza, criticada por sindicatos y partidos, en unos casos por insuficiente y en otros por desproporcionada. Estos últimos se apoyan en el parte de damnificados, especialmente en las dos mujeres que resultaron heridas en los aledaños de Anoeta -una de ellas permanece hospitalizada tras recibir un impacto en la cabeza- y el menor al que alcanzó una bala de foam en el ojo durante los incidentes de Tolosa. Sucesos que han traído a la memoria recuerdos funestos como la muerte de Iñigo Cabacas en Bilbao en 2012 por un pelotazo de goma lanzado por la Policía vasca.

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Todo ello, sumado a la acusación velada de Josu Erkoreka a EH Bildu por estar presuntamente «detrás» de los alborotadores, ha puesto la pista de aterrizaje para que la coalición de Arnaldo Otegi pueda rescatar el debate sobre el modelo policial. Se trata de una reivindicación clásica de la izquierda abertzale que hasta ahora no parecía tener hueco en su campaña de tinte social, diseñada para crecer gracias a votantes no nacionalistas. Pero este es un tema que activa a su electorado clásico, con el que también debe guardar los equilibrios para que no se desmovilice.

Podemos y Sumar se han unido a la corriente que pide repensar el modelo policial, reivindicación clásica de EH Bildu

El PNV baja el pistón

La irrupción de este debate ha tenido muy diferente acogida entre el resto del arco político vasco. El PNV ha tratado de mitigar el efecto de las controvertidas palabras de Erkoreka, quien también instaba a los de Otegi a aclarar si su modelo policial es el de «Cuba o Corea del Norte», porque no quiere que la carrera hacia el 21-A se base en una continua confrontación dura con EH Bildu, que le pisa los talones en las encuestas. Los jeltzales no están cómodos en una conversación pública en la que el vicelehendakari sólo ha encontrado el respaldo de PP y Vox, fuerzas con las que en Sabin Etxea no quieren verse vinculados.

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Quienes sí se han sumado a la corriente han sido los partidos susceptibles de ser absorbidos por EH Bildu. Podemos también quiere abrir una reflexión sobre el modelo policial y cambiar los protocolos de respuesta, mientras que Sumar ha criticado la «desproporción» de algunos dispositivos como el de Vitoria. En este ámbito, el PSE-EE se desmarca del resto de la izquierda y sólo habla de la Ertzaintza para abordar el conflicto laboral que «no resuelve» su socio, mientras que el PP enfoca su discurso en denunciar el aumento de la criminalidad en Euskadi.

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