La cúpula del PSOE legitima a la coalición de Otegi y elogia su apoyo a las Cuentas

Conscientes de que el 'sí' de la formación de Arnaldo Otegi iba a desencadenar una lluvia de reproches desde la oposición y también con el ánimo de sofocar cualquier atisbo de fuego interno -la andaluza Susana Díaz se unió este jueves a las voces discordantes en el seno del PSOE-, los dirigentes de Ferraz cerraron filas en torno al pacto con EH Bildu. Y lo hicieron en dos direcciones. La principal, concediendo sin matices a la coalición el mismo rango que al resto del arco parlamentario. Y la secundaria, cargando contra los populares por su intento de extender «historias de miedo» ahora que se han dado cuenta de que los Presupuestos son viables y la legislatura puede durar más de lo que presagiaban. «El PP -afirmó Lastra- está en un extremo del que es incapaz de moverse».

El encargado de remarcar la estrategia oficial del partido fue Ábalos, quien estableció una comparación entre lo sucedido ahora con la izquierda abertzale con lo ocurrido en la Transición para avanzar hacia la «normalización democrática». «Con la mentalidad de algunos», declaró el 'número dos' del PSOE en un acto público en Valencia, aquel momento histórico «hubiera sido imposible hoy».

Aludió en este sentido al papel de Santiago Carrillo y Manuel Gutiérrez Mellado durante el golpe de Estado del 23-F. «Dos personas que incluso se habían enfrentado en la Guerra Civil se pusieron de acuerdo en la defensa de la democracia. ¿Es eso hoy posible? ¿Podemos aceptar que una fuerza esté en el Parlamento -en referencia a Bildu- pero no normalizar su actuación? Tenemos que valorarlo, porque quien ha ganado es la democracia», añadió el ministro.

Adriana Lastra fue la designada por Ferraz para recoger el testigo de su compañero y dar mayor énfasis a la necesidad de alcanzar consensos sobre las Cuentas con el mayor número posible de formaciones. En este sentido, y tras mencionar las críticas del PP al «sello» a los Presupuestos tanto de Bildu como de Esquerra, la portavoz socialista subrayó que el proyecto «está dialogado con partidos democráticos que tienen toda la legitimidad». «El problema señores del PP, señor Casado, vendrá si un día los demócratas dejamos de hablar unos con otros», agregó Lastra, quien insistió en que al PP no le gusta un Presupuesto negociado con fuerzas de «todos los colores» y de país».

Sin embargo, la estrategia oficial de la formación de Pedro Sánchez sigue chocando con el sentir de algunos dirigentes regionales. Y es que cada vez son más los barones que cuestionan el pacto presupuestario con la coalición soberanista. Susana Díaz dijo que no comparte «nada» con Bildu y Otegi. «Lo único que espero es que pida perdón a los españoles, que es lo que todavía no ha hecho», subrayó.

También el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, censuró la opción de sacar adelante las Cuentas con Esquerra y la izquierda abertzale. Y en términos parecidos se expresó el asturiano Adrián Barbón, quien admitió que le gustaría que el Ejecutivo «no tuviera que llegar a multipactos» con formaciones como Bildu.