Prisión sin fianza para dos de los cuatro detenidos por los atentados en Cataluña

Con respecto a los otros dos detenidos, el juez Andreu aplazó hasta un máximo de 72 horas (este viernes) la decisión sobre Salh el Karib, quien deberá permanecer custodiado en dependencias policiales a la espera de un registro efectuado este martes en su locutorio de Ripoll (Gerona), de donde procedía buena parte de la célula terrorista. El magistrado quiere conocer el grado de implicación de El Karib con el grupo yihadista antes de resolver sobre su situación personal.

Asimismo, el cuarto detenido, Mohamed Aalla, ha quedado en libertad provisional porque no existen indicios suficientes para decretar su ingreso en prisión, según el auto judicial. Sin embargo, el propietario del Audi A3 en el que iban los cinco terroristas muertos en Cambrils deberá comparecer una vez a la semana en el juzgado, se le ha retirado el pasaporte y se le prohíbe salir del territorio nacional. La Fiscalía, en cambio, había pedido su ingreso en prisión incondicional.

Según han informado fuentes jurídicas, Mohamed Houli será conducido a la prisión de Alcalá Meco, mientras Driss Oukabir será trasladado a la cárcel de Soto del Real. Por su parte, Salh el Karib permanecerá en las dependencias que decida la Guardia Civil hasta que el juez decida las medidas definitivas.

El juez Andreu, titular del Juzgado Central de Instrucción número cuatro, detalla en 14 páginas los pormenores de los atentados en los que murieron 15 personas. La principal novedad es que los Mossos d'Esquadra han hallado una masía abandonada en la población de Riudecanyes (Tarragona), que habría sido utilizada por la célula terrorista para adoctrinamiento. Mientras tanto, el chalet de Alcanar que explotó de forma fortuita la madrugada del jueves fue usado para la preparación de los explosivos.

Los agentes inspeccionaron el perímetro exterior de la masía y encontraron, gracias a las gestiones de investigación, restos de una pequeña hoguera, el pasaporte y el carnet de conducir de Mohamed Hichamy, muerto en Cambrils, y el pasaporte de Younes Abouyaaqoub, autor material del atropello de Las Ramblas y muerto este lunes en Subirats (Barcelona) tras una huida de 96 horas. Dichos documentos estaban quemados parcialmente, «pero se pudo determinar la titularidad de los mismos gracias a sus fotos».

En ese lugar también se recogieron diversos comprobantes de compras. Así, los días 1 y 2 de agosto compraron una ingente cantidad de acetona (hasta ahora se tiene conocimiento de 500 litros) y el pasado 16 de agosto, a las 20.25 horas, adquirieron en Sant Carles de la Rápita (Tarragona), 15 fundas de almohadas y bridas para, «muy probablemente», contener los artefactos explosivos en su interior «y listos para ser utilizados». Horas antes del ataque en Cambrils, a las 21.26 horas del 17 de agosto, compraron «cuatro cuchillos y un hacha» en un comercio de la citada población tarraconense con los que pretendía atacar a los viandantes.

Otra novedad conocida en el auto es que un accidente vial aparentemente secundario evitó que la tragedia hubiera sido mayor. El mismo día de los atentados de Barcelona y Cambrils, en el kilómetro 265 de la AP-7, una furgoneta Renault Kangoo alquilada por la célula terrorista esa mañana y conducida por Mohamed Hichamy colisionó contra otro vehículo. El conductor le pidió los papeles y le dijo que iba a avisar a la Policía, entonces Hichamy saltó la valla de la autopista y se fue por un camino.

Fuentes policiales creen que esa furgoneta iba a ser utilizada para un atropello masivo en el paseo marítimo de Cambrils, que tendrían que coindicir con otros dos ataques con furgonetas alquiladas, la de La Rambla y otra aparecida en Vic, pero que la explosión del chalet de Alcanar el día antes precipitó todos los planes de la célula terrorista.

Durante su interrogatorio en la Audiencia Nacional, los cuatro miembros de la célula yihadista de Cataluña han responsabilizado al imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty de los ataques perpetrados en Barcelona y Cambrils. Además, todos ellos han precisado que el religioso, fallecido en la explosión que tuvo lugar en la casa de Alcanar, les dijo que se quería inmolar con explosivos, según han informado fuentes jurídicas.

Han sido más de tres horas de preguntas en el Juzgado Central de Instrucción número 4, donde han prestado declaración los presuntos miembros de la célula terrorista que perpetró los atentados que acabaron con la vida de 15 personas en Cataluña.

Mohamed Houli Chemlal, de 21 años, resultó herido en la explosión de la casa ocupada de Alcanar (Tarragona) el miércoles por la noche, 17 horas antes de los atentados de La Rambla de Barcelona. Según fuentes jurídicas, el detenido nacido en Melilla ha declarado durante una hora y ha confirmado lo que le dijo a los Mossos d'Esquadra: que en el chalet de la urbanización de Alcanar preparaban «uno o varios atentados de mayor alcance» en Barcelona y que lo hacía «desde hacía mucho tiempo, más de seis meses», según señaló el jefe policial Josep Lluís Trapero.

Por su parte, Driss Oukabir, ha declarado al juez Fernando Andreu y a los fiscales del caso que alquiló las furgonetas con los que luego se cometerían los ataques del pasado jueves por encargo de los componentes de la célula terrorista «para una mudanza», según han señalado fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio.

De 26 años y residente en Ripoll (Gerona), Oukabir fue detenido en las inmediaciones de la comisaría de esa localidad y alegó antes los Mossos que le habían robado la documentación, aparecida en la furgoneta de Las Ramblas. Una versión que, ha declarado hoy, hizo «por miedo» y que ahora ha matizado ante el juez. Ha negado tener vínculo alguno con la célula terrorista, a la cual pertenecía su hermano Moussa, de 17 años, muerto en Cambrils junto a otros cuatro integrantes del grupo. Segun la versión de los Mossos, la célula pudo usar hasta tres furgonetas alquiladas, la del atropello masivo de La Rambla, otra encontrada en Vic y una tercera aparecida en Cambrils.

Los otros dos arrestados son Mohamed Aalla, propietario del Audi A3 utilizado en la acción de Cambrils y Salh El Karim, dueño del locutorio de Ripoll, el pueblo donde residían los miembros del comando. Todos ellos han permanecido detenidos e incomunicados durante los cinco días de plazo máximo que marca el protocolo antiterrorista y, según los Mossos, ninguno de los cuatro sospechosos tenía antecedentes relacionados con el terrorismo.