El Constitucional avala el traspaso del IMV a Euskadi

El aval a esa transferencia se produce en un momento en que los gabinetes de Urkullu y Sánchez están negociando la llegada a Euskadi de otras tres materias antes de que finalice la actual legislatura autonómica. Ayer mismo, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, reconoció que «febrero será un mes clave» para la convocatoria de la Comisión Mixta del Concierto que selle el traspaso de la gestión de la política migratoria referida a la integración, la red de Cercanías de Renfe y la homologación de títulos universitarios extranjeros.

Itxaso insistió en que el compromiso es cerrar el acuerdo en las próximas semanas y señaló que la voluntad de ambos ejecutivos avanza en esa dirección, por lo que se mostró esperanzado. Se trata de reclamaciones que habían quedado pendientes en la anterior legislatura nacional, que el PNV planteó como condiciones para dar su apoyo a la investidura de Sánchez en noviembre y que el mandatario socialista se comprometió a completar como muy tarde para marzo.

El acuerdo, como todos los traspasos de competencias, debe firmarse con una valoración económica de esa gestión que se descontará del pago del Cupo que las administraciones vascas realizan al Estado por las tareas y servicios que este desarrolla en Euskadi. El objetivo es, por tanto, acelerar el remate de los últimos detalles para llegar a su formalización antes del arranque de la campaña electoral.

La red de Cercanías se integraría en Euskotren, reforzando así la infraestructura ferroviaria vasca para el transporte de viajeros. Pero es quizá la homologación de los títulos universitarios uno de los puntos más relevantes. Actualmente, la Administración General del Estado sufre un atasco en la tramitación de los expedientes de extranjeros licenciados. Se trata de profesionales, especialmente en el ámbito de la medicina y la salud, que no pueden trabajar hasta la convalidación de sus estudios en un momento de extraordinaria demanda y saturación del sistema sanitario.

La tercera competencia, la política migratoria, se centrará en la gestión de la integración y el sistema de acogida. El Gobierno vasco ha defendido que con esta transferencia podrá gestionar los itinerarios de forma más integral facilitando, además, la burocracia de muchas de las gestiones.