La consejera socialista de Justicia autoriza su primer tercer grado a un preso de ETA

Los socialistas son los encargados desde el pasado mes de junio de decidir esta legislatura sobre la concesión de terceros grados a los presos de ETA, una de las cuestiones más sensibles que ha asumido el PSE y que desde su llegada al departamento aún no se había materializado.

La propia consejera explicó el pasado 8 de septiembre que había «algunos expedientes» de petición de semilibertad que estaban en estudio y que en cada caso «aplicarán con rigor y garantías la legislación penitenciaria y el cumplimiento de las sentencias».

Con Iragi son 66 los presos de ETA que se han beneficiado de un tercer grado desde que hace justo tres años el Ejecutivo vasco asumió la responsabilidad de Prisiones. Los 65 anteriores fueron autorizados cuando la Consejería de Justicia estaba en manos del PNV, primero con Beatriz Artolazabal y posteriormente con Nerea Melgosa. En 15 ocasiones, las semilibertades avaladas por las consejeras del PNV han sido recurridas por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Harriet Iragi Gurrutxaga, natural de Bilbao, cumple prisión como responsable de una secuencia de atentados mortales en Andalucía. Fue condenado en 2001 a 30 años de prisión como autor del asesinato del concejal del PP de Málaga José Martín Carpena. En 2002 se le impuso la pena de 45 años como responsable del atentado contra el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía Luis Portero García, y a 53 años por el atentado que acabó con la vida del coronel médico Antonio Emilio Muñoz Cariñanos.

De hecho, fue detenido en octubre de 2000, cuando apenas tenía 23 años, tras realizar ese atentado. Apenas unas semanas después, cuando estaba en prisión preventiva en Valdemoro, escribió una carta a la jueza de la Audiencia Nacional Teresa Palacios en la que le amenazaba con «pagar caro el daño que has causado al pueblo vasco».

Actualmente, de los 158 presos de ETA que siguen cumpliendo condena, 112 lo hacen en alguno de los tres centros penitenciarios de Euskadi, 6 en la prisión de Pamplona y otros 40 en régimen de prisión domiciliaria o libertad condicional.