Andoni Ortuzar aseguraba el pasado domingo, en una entrevista concedida a este periódico, que la aplicación del estado de alarma está generando una «tensión declarativa» inédita entre PNV y PSE. Puede que la relación entre los socios del Gobierno vasco siga aún blindada contra viento ... y marea, pero las desavenencias y las críticas cada vez se disimulan menos.
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Casi pareciera que, a las puertas de unas elecciones, hay ganas de bronca. Ayer los socialistas vascos ajustaron cuentas y se cobraron una vieja factura al cargar contra el Gabinete Urkullu y los nacionalistas por las inconcreciones del decreto autonómico que regula la entrada de Euskadi en la fase 1 de la desescalada -¿Por qué es posible reunirse con amigos en una terraza pero no en una casa? ¿Se puede salir del municipio o no?- y lo tarde que se hizo público -al filo de la medianoche del domingo-. Es una queja calcada a la que el PNV lanzó contra Pedro Sánchez el pasado 29 de marzo, en las horas previas al cierre de toda actividad no esencial decretado por Pedro Sánchez.
Dirigentes del PSE -y de otros partidos vascos- recordaban ayer lo implacable que fue el sector nacionalista del Gobierno vasco aquel día con Moncloa, su mando único y sus titubeos. Hubo quien hasta rescató un tuit de la consejera Arantxa Tapia en el que «exigía» aclaraciones «con urgencia» sobre el alcance del parón empresarial. Fue el caso del secretario general de los socialistas de Gipuzkoa, Eneko Andueza, que achaca a Lakua haber incurrido en «los mismos errores» que le echó en cara a Pedro Sánchez. «Consejos vendo que para mí no tengo, qué mal envejecen algunas críticas», añadió Andueza en una entrevista en Onda Vasca.
No es la primera vez que Andueza tensa la cuerda con el PNV las últimas semanas. Ya lo hizo cuando Urkullu acusó a Sánchez de actuar de forma unilateral. Entonces reclamó a los nacionalistas «lealtad» para luchar contra la pandemia. Ayer les recordó que el polémico decreto vasco para regular la fase 1 es fruto de un pacto para mejorar el reparto de tareas entre administraciones. «Pues ahí tienen la cogobernanza. Yo esperaba mucho más de aquellos que criticaban las formas del Gobierno de España».
Aunque el Gabinete Urkullu encajó el reproche sin mayores aspavientos -«donde las dan, las toman», conceden fuentes de Lakua-, el choque tiene mayor calado que los de las semanas previas. Sobre todo, porque Andueza no fue el único alto cargo socialista que se lanzó contra el Ejecutivo autonómico y su plan de desescalada.
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También lanzaron dardos, de una forma mucho más velada, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, y el delegado del Gobierno, Denis Itxaso. «Necesitamos hacer mejor uso de la cogobernanza (...) hace falta información clara sobre por qué se adoptan determinadas decisiones», dijo la primera a través de las redes sociales. «Parece razonable pedir que se ofrezca certidumbre porque hay personas y sectores que necesitan saber a qué atenerse», añadió el segundo. Hubo otras voces críticas, como la de Alfredo Retortillo, exconsejero y portavoz socialista en Barakaldo. «Cambio de criterio, rectificación, comunicación a última hora... Esto que ha pasado en Euskadi a la primera de cambio (...) gestionar una pandemia es difícil».
Igual que Ortuzar el domingo, portavoces socialistas insisten en que el enésimo desencuentro PNV-PSE del último mes y medio tampoco hará mella en la coalición de Gobierno, o en la posibilidad de repetirla después de las elecciones. Pero hay quien reconoce en el seno de la formación que lidera Idoia Mendia que «había ganas» a los jeltzales y que el desgaste que están dejando los encontronazos es considerable.
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El PSE no ha sido en todo caso el único partido vasco crítico con la gestión del Ejecutivo. Aunque es más habitual que la oposición cargue contra Urkullu y su entorno. La portavoz de EH Bildu en el Parlamento vasco, Maddalen Iriarte, lamentó el domingo que el lehendakari quiera «correr demasiado» aplicando en Euskadi una fase de la desescalada más avanzada de lo que debiera. Movimiento que Iriarte vincula con el interés del PNV por convocar las elecciones en julio.
También se mostró molesto el candidato a lehendakari de la coalición PP+Cs. Carlos Iturgaiz acusó a Iñigo Urkullu de «improvisación» y lamentó que el País Vasco pase del «caótico mando único de Sánchez» al «ordeno y mando del PNV».
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