«Cuando chocan el derecho a informar y el de un menor el problema es ponderar»

- Presido la sala inmediatamente superior a la que ha dictado la sentencia, por lo tanto no puedo opinar. Puedo decir que las garantías en el derecho de la tutela judicial efectiva se han cumplido en términos procesales, sobre las garantías no procesales le toca dilucidar al Tribunal Supremo. Cuando se habla de derechos fundamentales que chocan el problema siempre es ponderar. En este caso hablamos del derecho a la información y de la libertad de expresión por un lado y la protección reforzada del derecho a la intimidad de los menores por otro. Siempre se debe intentar satisfacer todos estos derechos, pero en el caso de que sea imposible debe dilucidarse si se ha permitido más de lo que corresponde. La Audiencia entiende que hay una injerencia, no tiene ninguna duda de que era un hecho noticiable, pero cree que se dan a conocer fragmentos de un informe psicosocial que permiten identificar fácilmente a esas personas.

- Se dijo que provenían de un entorno «desestructurado y marginal». Puede ser mucha gente...

- La sentencia habla de más cosas. Hay argumentos fundados por las dos partes, pero el asunto controvertido es que se ha accedido a un documento que refleja el perfil de unos menores y se ha transcrito en parte. Es un conflicto jurídico que aún no está dirimido porque debe pronunciarse el Supremo y podría hacerlo el Constitucional.

- ¿Es entendible que en un caso de esta magnitud se pidiera inicialmente una indemnización económica más alta a un medio de comunicación que a los autores de dos homicidios?

- Al hablar de cómo se valora el daño moral siempre puede decirse que es exagerado o todo lo contrario. Es un cálculo imprecisable, pero lo ha realizado quien debía. El Supremo también dirá si se ha hecho de forma correcta.