Estaba cantado y en cierta manera anunciado. Ambas partes lo habían ido adelantando a lo largo de la semana y en la mañana de este sábado el Gobierno de coalición de la socialista María Chivite y EH Bildu suscribieron un acuerdo, el segundo consecutivo de ... la legislatura, para sacar adelante los Presupuestos de Navarra. Ya desde el momento en que la jefa del Ejecutivo foral abrió la ronda de contactos con los grupos parlamentarios para elaborar las Cuentas, con la pandemia en sus cotas más altas en la comunidad, quedó claro que iba a dedicar todos sus esfuerzos a ganarse el respaldo de la coalición abertzale. La propuesta de Navarra Suma, la entente integrada por UPN, Partido Popular y Ciudadanos, de abstenerse si Chivite rompía los lazos con la izquierda abertzale se quedó olvidada en un cajón.
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La fase determinante de los contactos entre el Gabinete que conforman el PSN, Geroa Bai y Podemos con los interlocutores de Bildu ha coincidido con el ruido que ha generado en Madrid la decisión de la formación de Arnaldo Otegi de, salvo sorpresa de última hora, respaldar el proyecto presupuestario de Pedro Sánchez, que casualmente estuvo el viernes de visita en Pamplona. La tormenta por lo sucedido en el Congreso, con los posteriores reproches constantes de la oposición y el malestar generado en el seno del PSOE, ha permitido a Chivite negociar esta vez con los soberanistas sin los sobresaltos del pasado año, cuando los focos nacionales se trasladaron a Navarra al barruntarse el primer pacto del Gobierno foral con Bildu, determinante con sus siete parlamentarios para desequilibrar la balanza en la Cámara.
El texto del nuevo pacto subraya que en el transcurso de las conversaciones «se ha podido constatar que en estos momentos tan difíciles es cuando más se necesita actuar con altura de miras pensando en las personas y asumir responsabilidades, teniendo como guía de actuación responder a las necesidades de la ciudadanía navarra». En esa línea, el acuerdo se asienta en una serie de criterios y principios que ambas partes consideran «básicos e imprescindibles para responder a los retos que conlleva hacer frente a las consecuencias de la pandemia, así como a la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía y, en especial, de los trabajadores y trabajadoras, y de las personas en situación precaria».
Por todo ello, el Gobierno de Navarra y EH Bildu han alcanzado una serie de consensos que sustentan el acuerdo y que se integran en materia de fiscalidad y de Presupuestos merced a los cuales la izquierda abertzale se compromete a votar en contra de las enmiendas a la totalidad que pudieran presentarse por cualquier grupo parlamentario. La 'presencia' de Bildu en el documento presupuestario se sustenta en partidas por 1,9 millones de euros.
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La vicesecretaria de Organización del PP y presidenta del partido en la comunidad foral, Ana Beltrán, acusó ayer a Pedro Sánchez de acudir la víspera a Pamplona «para bendecir la entrega» de Navarra a Bildu. «Que horas después de la visita del presidente María Chivite haya anunciado su acuerdo presupuestario con Bildu demuestra que Sánchez acudió a Navarra a tutelar el acuerdo», señaló la dirigente popular en un comunicado.
En términos similares se pronunció el presidente de UPN y portavoz de Navarra Suma, Javier Esparza, para quien Chivite «está vendiendo Navarra al independentismo vasco». «Bildu sigue trabajando en la construcción nacional de Euskal Herria y ahora lo hace de la mano de Chivite y del PSN», cargó.
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