![Las cesiones del PSOE a PNV y ERC marcan el debate sobre el nuevo Estatuto](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202001/13/media/cortadas/cesiones13-kzC-U901206664964uZH-624x385@El%20Correo.jpg)
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Los partidos vascos retoman esta mañana la ponencia constituida en el Parlamento para reformar el Estatuto. Un proyecto que, a apenas unos meses de que se acabe la legislatura, amenaza con estancarse debido a las fuertes discrepancias que PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos, PSE y ... PP mantienen en torno a los contenidos de corte identitario. Tanto que algunas formaciones reconocen ya abiertamente que hasta después de las elecciones autonómicas no hay margen para buscar consensos.
Conscientes del bloqueo, y con la precampaña a punto de arrancar, la ponencia de Autogobierno trata de ganar tiempo con una controvertida decisión: convocar a los expertos designados por los partidos que han redactado los primeros borradores del nuevo Estatuto. Se les va a pedir que expliquen de viva voz a partir de hoy sus aportaciones al proceso, un trabajo que ya presentaron por escrito, tras trece meses de deliberaciones, a comienzos de diciembre. 300 folios divididos en tres documentos: el que firman los expertos de PNV, Podemos y PSE, el de EH Bildu y el del PP.
Aunque en un primer momento se interpretó como un importante paso adelante para la reforma del Estatuto que tres partidos presentaran un texto conjunto, lo cierto es que el avance no es tan considerable. Porque nacionalistas, podemitas y socialistas están de acuerdo en el 80% del contenido que debe incluir la nueva Carta de Gernika, pero cuestiones como la relación que Euskadi debe mantener con el Estado y la inclusión del derecho a decidir en el texto son un abismo imposible de superar ahora mismo. Y como ninguna formación va a asumir el borrador tal y como está para registrarlo en el Parlamento como proyecto de ley, el siguiente paso a dar en el proceso, poco se puede avanzar.
A la confusión en la que está sumida la ponencia de Autogobierno ahora mismo se añade un nuevo ingrediente que amenaza con alterar las reglas de juego. El señalado es Pedro Sánchez, que en sus conversaciones con ERC y PNV para lograr la investidura ha superado todas las líneas rojas que el PSE tenía fijadas. Entre otras, el presidente del Gobierno ha accedido a entablar una relación bilateral con la Generalitat, a convocar una consulta que allane la resolución del «conflicto» de Cataluña y a «adecuar la estructura del Estado» para reconocer que Euskadi es una nación.
Aunque la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, aseguró el sábado, en una entrevista concedida a EL CORREO, que los límites que establece la Constitución son insuperables, y que Sánchez simplemente ha sido «generoso en la literatura» de los documentos firmados con republicanos y jeltzales, el escenario que se abre a partir de ahora para las reclamaciones identitarias es una incógnita. El PNV, que el año pasado firmó con Bildu un primer borrador del Estatuto de hondo calado soberanista, había atenuado posteriormente, a través de su experto, su posición para acercarse a Podemos y PSE. Habrá que ver qué versión de sí mismos enarbolan ahora los nacionalistas.
Cambios en el formato
Con estos precedentes se reactiva la ponencia de Autogobierno. Esta mañana comparecerán en el Parlamento los juristas Iñigo Urrutia (EH Bildu) y Arantxa Elizondo (Elkarrekin Podemos). Mañana será el turno de Alberto López Basaguren (PSE) y el día 31, el de Mikel Legarda (PNV). El representante del PP, Jaime Ignacio del Burgo, también iba a ofrecer explicaciones esta semana, pero la cita ha sido pospuesta por enfermedad. Y es más que posible que Del Burgo no llegue a presentarse ante la ponencia nunca. Porque el último encontronazo de los partidos vascos en torno a la reforma estatutaria se refiere al modo en el que se están celebrando los debates. Encerrados a cal y canto, sin espectadores.
PNV, Elkarrekin Podemos y PSE abogan porque los contactos sigan siendo «discretos», pero EH Bildu y PP apelan a la «transparencia» para reclamar que las negociaciones del estatus se realicen desde ahora a puerta abierta. ¿Por qué? La coalición independentista cree que los jeltzales quieren paralizar las negociaciones del nuevo Estatuto, y también quiere que los posibles volantazos que den los nacionalistas en sus reclamaciones identitarias sean públicos a las puertas de la contienda electoral.
La queja del PP mira a Madrid. Los conservadores consideran que la ponencia de Autogobierno se ha convertido en un «paripé» porque el nuevo estatus estaría siendo negociado por PSOE, Unidas Podemos, PNV y los independentistas catalanes en el Congreso. El presidente de los populares vascos, Alfonso Alonso, advirtió la semana pasada de que si los debates sobre el Estatuto no pasan a ser públicos Jaime Ignacio del Burgo no comparecerá. Los partidos votan esta mañana, y todo hace indicar que las deliberaciones seguirán alejadas de los focos.
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