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El Movimiento Antirrepresivo de Madrid ha denunciado un nuevo caso de un miembro de la Policía Nacional infiltrado en los colectivos radicales y antisistema de la capital y que llegó a mantener relaciones «sexoafectivas» con, al menos, dos mujeres activistas de esos círculos para extraer ... información.
El descubrimiento de este nuevo topo -que fuentes policiales han reconocido a este periódico que efectivamente trabajó como infiltrado para la Brigada Provincial de Información- se ha producido a través de una investigación de diversos «militantes antifascistas de Madrid» y El Salto y La Directa, dos de los medios que ya han destapado la verdadera identidad en los últimos meses de otros cinco agentes infiltrados en círculos de la extrema izquierda de todo el país.
El nuevo topo, cuyo nombre de pila verdadero y de incógnito es Sergio y que decía apellidarse Botana, comenzó su infiltración, según el Movimiento Antirrepresivo, en 2015, solo un año después de su jura como policía. Comenzó estableciendo contacto en el Banco de Alimentos del popular barrio de Moratalaz, para pasar luego dar el salto al colectivo antifascista juvenil Distrito14, del mismo barrio.
Tras ganarse progresivamente la confianza de esos movimientos a través de dos relaciones sentimentales (una de ellas durante cuatro años) fue implicándose cada más en los círculos de extrema izquierda hasta convertirse en uno de los activistas más combativos de esos grupos madrileños, tomando parte en las movilizaciones contra el encarcelamiento de Pablo Hasél, en un encierro en la oficina de Bankia de la calle Mayor de Madrid o, incluso, viajando a Barcelona el 1-O para «defender» uno de los colegios durante el referéndum de 2017. Esos 'galones' llegaron a situarle en la cúpula del movimiento Antirrepresivo de la capital de España entre 2020 y 2021. Sin embargo, a finales de 2021 desapareció sin dejar rastro.
El Movimiento Antirrepresivo ha llegado a encargar un informe pericial para cotejar cuatro imágenes, dos de la identidad real y dos realizadas durante su militancia, las cuatro separadas en el tiempo. Ese informe pericial concluye que «sin ningún género de dudas las fotografías corresponden a una única y misma persona».
Con el caso de Sergio son ya seis los agentes de Policía Nacional infiltrados que han sido destapados en los últimos quince meses por los movimientos de ultraizquierda y sus medios cercanos, especialmente críticos con el hecho de que algunos de estos funcionario hayan mantenido largas relaciones sentimentales con activistas durante su infiltración, como fue el caso del primer topo descubierto en junio de 2022, que se hacía Marc Hernàndez Pon, falso antisistema en el'Eixample, en Barcelona.
Ya en enero de 2023, fue destapado también en la ciudad condal otro activista del movimiento libertario y el derecho a la vivienda llamado 'Dani'. En febrero de este año se conocía el caso de Ramón Martínez Hernàndez, infiltrado en los movimientos sociales de Benimaclet, en Valencia. Un mes después se desvelaba la verdadera identidad de Mavi, otra infiltrada en el centro social La Animosa, de Madrid. El pasado julio, otra agente, María, era descubierta tras haberse infiltrado en el Comité de Defensa de la República (CDR) de Girona.
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