La candidata de Sumar se presentó a delegada de ELA en Podemos 11 días antes de su fichaje

García llevaba trabajando desde marzo de 2021 en Podemos Euskadi, donde coordinaba el equipo de Acción Institucional, y en mayo de 2023 ocupó el tercer puesto en las listas moradas al Ayuntamiento de Bilbao, pero no logró el acta. El pasado 9 de enero, Sumar Mugimendua planteó su nombre como aspirante a lehendakari en la mesa de negociación que mantiene con Podemos, Ezker Anitza-IU y Berdeak Equo para presentarse juntos a los comicios vascos. El movimiento generó sorpresa entre los morados, que acusaron de «deslealtad» a la formación liderada en suelo vasco por Lander Martínez.

Sumar, bajo máxima presión por su falta de candidata frente al plan de Podemos de repetir con Miren Gorrotxategi, había iniciado sólo unos días antes los contactos con García tras recibir el 'no' de otras potenciales aspirantes a las que había sondeado. Las conversaciones se produjeron con suma rapidez, durante la primera semana de enero. La dirección de los morados, encabezada por Pilar Garrido, se enteró de todo en la mesa de negociación, ya que García se encontraba de baja por enfermedad y no notificó que abandonaba su puesto de trabajo en el partido hasta horas después de aquella tensa reunión.

Los movimientos en semanas precedentes evidencian que sus planes no pasaban por liderar la plancha de Sumar, sino por continuar en Podemos e incluso convertirse en representante de sus trabajadores. El 29 de diciembre, once días antes de que se oficializara su fichaje, ella y otros dos compañeros de la formación morada presentaron ante el Departamento de Trabajo y Empleo el preceptivo preaviso para que se celebraran elecciones sindicales. Fuentes conocedoras del proceso atribuyen esa decisión al temor que existe en la plantilla, de 21 empleados, a que se extienda a Euskadi el duro ERE aplicado en otras comunidades tras las últimas debacles electorales.

La plancha fue registrada bajo el paraguas de ELA, el principal sindicato de Euskadi, que mantiene una línea crítica con la líder de Sumar, Yolanda Díaz. En 2022, se opuso a su iniciativa estrella, la reforma laboral, porque no derogaba las anteriores legislaciones promulgadas por los gobiernos de Rajoy y Zapatero, y no incluía la prelación de los convenios autonómicos, pactada después con el PNV. La central nacionalista sigue reprochando a día de hoy a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo que se «niegue» a reunirse con sus dirigentes cada vez que visita el País Vasco.

Este periódico trató de recabar ayer la versión de la propia García, pero eludió realizar declaraciones al respecto. Fuentes de Sumar Mugimendua, por su parte, se limitaron a reivindicar el respeto a la «libertad sindical» de sus integrantes y lo enmarcaron en la «normalidad» de cualquier otro centro de trabajo. La decisión de presentarse bajo las siglas de ELA, en cambio, ha causado un importante malestar en las filas de CC OO, sindicato cercano a las tesis de Yolanda Díaz, cuyo secretario general a nivel nacional es Unai Sordo, anteriormente líder de la central en Euskadi.

Entre tanto, las dos formaciones políticas mantienen las conversaciones para tratar de sellar una coalición a las autonómicas que también involucraría a Ezker Anitza-IU y Berdeak Equo. La ruptura entre Sumar y Podemos tanto en el Congreso como en Galicia, primero, y la polémica propuesta para que García liderase la plancha común, después, provocaron un terremoto que ha cambiado los términos de la negociación. La interlocución, según fuentes de ambos lados, sigue siendo «diaria», pero por ahora no hay ninguna reunión prevista en el calendario y nadie se atreve a anticipar cuál será el desenlace. El tiempo juega en contra.