EH Bildu presiona al PNV y reivindica presidir Eudel al ser la fuerza con más concejales

El reglamento de Eudel no establece de forma explícita quién debe estar al frente del organismo, así que cada formación hace su propia interpretación. Los jeltzales han recalcado siempre que el dato a considerar debe ser el número de votos en las elecciones municipales o, en todo caso, el de personas que están gobernadas por un determinado partido. El 28-M el PNV se fue a los 322.000 y EH Bildu se quedó en los 297.000, y de los quince municipios más poblados, solo dos –Galdakao y Rentería– están dirigidos por la izquierda abertzale. Pero la coalición soberanista recalca que no tiene por qué ser así e introduce otras variables: el número de concejales y alcaldías. Los de Otegi tienen 1.050 ediles –setenta más que los de AndoniOrtuzar– y 107 consistorios –90 el PNV–.

En realidad, cualquier cifra es relativa porque la ejecutiva al completo se suele decidir mediante acuerdos políticos con más o menos consenso. De hecho, así ha sido en las últimas legislaturas en las que PNV, EH Bildu y el PSE-EE se han repartido la estructura del organismo municipal. Hace cuatro años Urtaran se hizo con la presidencia y las vicepresidencias fueron para el alcalde de Irun, el socialista José Antonio Santano, y la soberanista Nagore Alkorta (Azpeitia). Pero tanto en los comicios de 2015 como en los de 2019 el PNV asumía la condición de fuerza más votada y la que también contaba con más concejales y alcaldías, así que no había mucho margen para el debate.

Pero EH Bildu considera que ahora sí. Otegi, que compareció en rueda de prensa tras la reunión de la mesa política de la coalición, dejó claro que les «corresponden» determinados cargos en función de los resultados en estos comicios «porque así lo ha decidido la gente». Recalcó que esta situación no les genera «un especial dramatismo» porque no necesitan «pactos de salvación laboral» –en alusión a los acuerdos firmados entre el PNV y el PSE-EE– y dijo desconocer «si esa Santa Alianza se volverá a repetir a la hora de elegir estos cargos». Pero también reconoció que están dispuestos a pelear por la presidencia de Eudel.

Visibilidad pública

La decisión definitiva no se conocerá hasta después de verano, aunque es previsible que los primeros contactos se desarrollen ya para finales de agosto. El puesto de presidente de la Asociación de Municipios Vascos tiene un gran valor simbólico, y eso es precisamente lo que busca EH Bildu. Dirigir la entidad le otorgaría una notable visibilidad pública porque su presidente forma parte del Consejo Vasco de Finanzas.

La actual situación es similar a la que se vivió en 2011. Una EH Bildu recién legalizada también fue la primera en número de concejales, pero la presidencia de Eudel terminó recayendo en la jeltzale Ibone Bengoetxea. La diferencia es que en aquel momento la presión de la coalición soberanista fue muy limitada porque, en realidad, no tenía muy claro cuál tenía que ser su papel en Eudel, un organismo al que durante décadas minusvaloró.

Entonces seguía estando muy activa Udalbiltza, la asamblea de cargos electos impulsada en los tiempos de Lizarra a la que, en su momento, la izquierda abertzale consideraba la única entidad legitimada para representar a los municipios. En 2013 la llegó a dirigir Mertxe Aizpurua, actual portavoz en el Congreso de EH Bildu. Ahora, con otra estrategia y la apuesta por la institucionalización, presidir Eudel se ha convertido en un objetivo.