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o. b.
Martes, 3 de diciembre 2019, 00:59
El Preámbulo de Estatuto redactado por el jurista designado por EH Bildu, Iñigo Urrutia, va mucho más allá de las convenciones que se le suponen a un texto jurídico y se adentra en consideraciones políticas e históricas, que abarcan desde la incorporación de «Vasconia» al ... reino de Castilla en los siglos XII y XIII hasta la LOAPA o los pronunciamientos del Parlamento vasco a favor de la autodeterminación. Todo para concluir que los «valores democráticos construidos en esta dura experiencia colectiva» son el «patrimonio» sobre el que se asientan el nuevo Estatuto y el «reconocimiento nacional del sujeto jurídico-político vasco».
En los veinticinco artículos, divididos en cuatro apartados, que componen el largo Preámbulo del texto registrado por la izquierda abertzale no falta una alusión en profundidad a la «historia traumática» que ha vivido Euskadi «desde los años treinta del siglo XX», un tótum revolútum en el que el documento mezcla la Guerra civil, la dictadura franquista y «los diversos tipos de violencia padecidas en el tardofranquismo, transición y régimen autonómico». En ese último saco, Urrutia incluye a ETA, «el terrorismo de Estado», en alusión a los GAL, y la «violencia policial y parapolicial» bajo el paraguas común de la «violencia política». «Siendo diferentes, todas las violencias guardan un nexo común: haber producido un dolor personal y colectivo que hoy se desea superar a partir del reconocimiento mutuo del sufrimiento padecido y la voluntad de construir una convivencia democrática y una sociedad basada en la derecha de los derechos humanos, la paz y la libertad», reza el articulo 11.
Disquisiciones históricas
Reproches
El texto, al que ha tenido acceso este periódico y que no se incluye en el resumen distribuido por EH Bildu de sus aportaciones, es, en realidad, una plasmación fiel del discurso político habitual de la izquierda abertzale, en el que se ahonda en las supuestas debilidades «democráticas» del Estado tras una Transición incompleta o se contextualiza el nacimiento de ETA en un escenario de oposición y «crisis» del régimen de Franco. «ETA nace en 1958 y desde finales de los 60 se convierte en un instrumento de referencia para la lucha antifranquista», dice textualmente el artículo 9, que se extiende después en consideraciones sobre la «fuerte represión» con que respondió la dictadura. El Preámbulo también incide en la «época nueva» abierta tras la desaparición de ETA en 2018 y aboga por basar «la convivencia sostenible del futuro» en la «memoria, la verdad y la reparación de todas las víctimas».
La propuesta estatutaria de EH Bildu está muy alejada, de hecho, de la consensuada por PNV, PSE y Podemos y así lo quiso poner de manifiesto ayer Arnaldo Otegi que, en una rueda de prensa en San Sebastián, calificó ese consenso de «pasito, pero para atrás». Para el coordinador general de EH Bildu, el documento pactado por los tres expertos designados por jeltzales, socialistas y morados es una «chapucilla» y una propuesta «inferior» por contenido y ambiciones a la que se hizo en su día con el plan Ibarretxe, que exhibió durante su comparecencia.
Para Otegi, no se «entiende» que con un Gobierno «hipotéticamente progresista» en el horizonte y una «crisis brutal» del Estado de las autonomías y del «régimen del 78» se hayan cambiado las bases pactadas con EH Bildu «en un ejercicio de trilerismo político». «Nos traen una reforma dentro de la Constitución española», lamentó.
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