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PNV y EH Bildu coincidieron ayer en criticar el discurso de Nochebuena que ofreció Felipe VI. Un mensaje, a su juicio, «hueco» porque le faltó profundidad a la hora de referirse al delicado momento que atraviesa el país y, sobre todo, porque «pasó de ... puntillas» sobre la situación que vive su padre cuando, creen jeltzales y soberanistas, el Rey debería haber sido mucho más contundente a la hora de desmarcarse de las actividades del emérito «que le afectan directamente».
«Si se necesitan interpretaciones, malo. Eso es que no se han dado explicaciones». El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, reprochó desde Sabin Etxea que la mención del Monarca a Juan Carlos I no fuera explícita y que «la finiquitara en 40 segundos» cuando el discurso duró más de 15 minutos. «¿Qué estaríamos pensando si en vez del Rey hubiera sido Pedro Sánchez o un partido político quien tuviera que enfrentarse a una asunto similar y lo hubiera hecho con una frase oscura?», planteó.
Según Esteban, la intervención de Felipe VI estuvo plagada de «generalidades» hasta «en un momento como éste». «Los discursos de Navidad del Rey están hechos a troquel, y cuando ha habido necesidad de que concretara, de que se mojara con temas que le afectan directamente, no lo ha hecho».
Para Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu en la Cámara baja, Felipe VI «se refugió en la pandemia para evitar hablar de las cosas que importan a la ciudadanía y que han estado en primer plano de la actualidad todo el año». Calificó como «tangencial» la alusión al rey emérito y aseguró que el discurso «fue más clarificador por lo que no dijo que por lo que dijo». Aizpurua, además, echó en falta alusiones a «las cuestiones territoriales de Cataluña y Euskadi que necesitan una solución» y las «elucubraciones» de los militares retirados.
diferentes puntos de vista
Por parte de Elkarrekin Podemos el encargado de analizar el discurso del Rey fue el diputado Roberto Uriarte. Calificó como «huecas» las palabras de Felipe VI -«es lo de siempre»- y coincidió con EH Bildu en que «lo que realmente le interesaba a la gente de su intervención era lo que no dijo sobre su padre».
En el punto contrario se situó la secretaria general del PP vasco. Laura Garrido aseguró que el mensaje del Rey traslada a la sociedad palabras de «confianza y esperanza» y que fue «realista, cercano y pegado a la realidad». Sobre el emérito, Garrido consideró oportuno el enfoque del discurso. De hecho, advirtió de que «no era el día» para que Felipe VI hiciese alusión a la situación de su padre.
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