Arnaldo Otegi, en un mitin en Pamplona; trás él, Joseba Asiron, próximo alcalde de la capital navarra. EFE

Bildu cierra el círculo

Nuevo hito. ·

Lograr el apoyo explícito del PSN en Pamplona supone un salto cualitativo en una estrategia a medio plazo donde los acuerdos más polémicos se ocultan

Domingo, 17 de diciembre 2023, 00:28

EH Bildu ha completado esta semana en Pamplona un círculo que se empezó a dibujar hace cuatro años, cuando ese giro estratégico para normalizar su situación, ampliar la base social y ganar cuota de poder movió la pieza del dominó que ha empujado todas las ... demás. Fue en mayo de 2019 cuando la coalición liderada por la izquierda abertzale facilitaba por primera vez la investidura de un dirigente socialista: María Chivite en Navarra. A partir de ahí llegó el resto: su conversión en un socio fiable de Pedro Sánchez que juega de tú a tú en el Congreso como el PNV y que impulsa leyes sociales, el fin de la política de dispersión para los presos de ETA, la fotografía inédita del grupo parlamentario con el presidente del Gobierno y ahora obtener la Alcaldía de la capital navarra con el apoyo explícito de los socialistas. Las cuatro cuestiones eran impensables hace cuatro años, ahora la pregunta es cuál será el siguiente paso.

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Lo sucedido en la comunidad foral es un salto cualitativo que no se puede entender como un hecho aislado por mucho que Arnaldo Otegi asegure que no supone un «cambio de cromos» por respaldar la investidura de Sánchez y que Eneko Andueza afirme que se trata de una cuestión local. Porque ese paso ha contado con el aval del secretario de Organización del PSOE, el navarro Santos Cerdán, y porque quienes están al frente de EH Bildu en la comunidad foral no son dirigentes anónimos que funcionan de forma autónoma.

La coordinadora general es Miren Zabaleta, condenada junto con Otegi por el 'caso Bateragune' y que forma parte de la Mesa Política de EH Bildu, y el secretario de Organización es Haritz Romeo, otro referente de Sortu. Es decir, han sido dos 'patas negras' de la izquierda abertzale los que han cerrado el acuerdo con los socialistas y logrado la 'fumata blanca'.

Para llegar hasta este punto, EH Bildu ha apostado en los últimos tiempos por lo que Otegi ha definido como una estrategia de «poco ruido y mucho trabajo». Conscientes de que sus vínculos con ETA siguen impidiendo una relación del todo normalizada, los dirigentes de Bildu han decidido ir paso a paso, dar publicidad a los temas de mejor venta y difuminar, e incluso negar, los más polémicos.

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Normalización

Buscan explotar su perfil social alejándose del ruido catalán y apoyándose en sus acuerdos con el PSOE

Durante los últimos años, y aprovechando la «ventana de oportunidades» que para ellos supone la permanencia de Sánchez en La Moncloa, han reforzado su perfil social. Han pactado reformas laborales, subidas del salario mínimo, plazas MIR, inversiones... Y destacando que no solo se trataba de beneficiar a los vascos, sino al conjunto de las «clases populares» de España con Oskar Matute como referente.

Frente a las intervenciones ásperas de los representantes de ERC y Junts, de las tormentas por las exigencias de Carles Puigdemont o de la ley de amnistía, los portavoces de Bildu en el Congreso han logrado transformar la apariencia de la coalición. Hace solo unos días, la propia Mertxe Aizpurua pedía a ERC prudencia a la hora de reclamar un referéndum de autodeterminación y le instaba a tener un debate «sereno» porque «las prisas son malas consejeras».

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EH Bildu no rechaza una consulta, todo lo contrario, pero cree que no es el momento de soñar con un 'día D', una fecha épica en la que Euskadi logre la independencia, sino en trabajar para que «cada vez más gente tenga más ganas de llegar a ella». Y mientras tanto, lograr pasos en el plano «simbólico» -por ejemplo, el reconocimiento de la «realidad nacional» de Euskadi- a los que otorgan gran valor. Un relato por el pragmatismo que le ha dado réditos electorales y que apenas les ha desgastado internamente.

Hoja de ruta

Piden a las bases «paciencia estratégica» porque creen que el 'sorpasso' al PNV llegará

«Todo por los presos»

Pero de forma paralela la coalición no olvida sus grandes objetivos. Como dijo Arnaldo Otegi a sus bases en Eibar en un vídeo desvelado en exclusiva por EL CORREO, «todo se hace por los presos». La situación de los reclusos de ETA se había convertido en una bomba de relojería interna antes de la llegada de Sánchez porque con el PP no había avances. Ahora la dispersión ha acabado, la transferencia de Prisiones está en manos del Gobierno vasco y EH Bildu no oculta su satisfacción. La versión oficial es que no forma parte de los acuerdos entre ambas partes, pero sin los presos en Euskadi y Navarra difícilmente Bildu apoyaría a Sánchez.

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Los siguientes pasos están por definir. Públicamente, la coalición seguirá defendiendo los avances sociales y pactará leyes, y más de cara a las elecciones vascas. En la agenda más discreta, EH Bildu no oculta que le gustaría cambios en la legislación penitenciaria. Pero todo lo que forme parte de ese 'paquete' se negociará de forma opaca, sin luz ni taquígrafos, como si no existiese.

Mientras tanto, Bildu pide a sus bases «paciencia estratégica». Porque como reconoce en la ponencia política aprobada en 2021, todo forma parte de una hoja de ruta de «largo alcance» con el objetivo de «acumular poder», «ampliar la base soberanista» e «intensificar la crisis del Estado». Porque, recuerdan, «los acuerdos bien gestionados pueden servir para desgastar al régimen del 78».

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