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david guadilla
Jueves, 31 de marzo 2022, 01:32
EH Bildu mostró ayer las líneas generales sobre las que quiere moverse durante los próximos años. Una especie de hoja de ruta con la que la coalición liderada por la izquierda abertzale busca reforzar su papel como alternativa al PNV desde una «radicalidad responsable y ... prudente». Un guion cuyo eje, sin abandonar sus reivindicaciones soberanistas, es destacar su voluntad de llegar a acuerdos a todos los niveles para afrontar los «retos de país». Y para ello cree que es el momento de «sumar fuerzas», tejer «alianzas» y «construir puentes» para atraer a todos los «sectores soberanistas y progresistas». En un contexto global de cambios, EH Bildu también considera que ha llegado la hora de «renovar el proyecto nacional vasco».
El acto celebrado en el Palacio Euskalduna supone un paso más en la estrategia diseñada hace ya varios años por la dirección de EH Bildu para tratar de desbancar al PNV. También se le quiso dar un efecto simbólico. Además de los máximos responsables de la coalición estuvieron presentes representantes del mundo académico y cultural. El objetivo reconocido: intentar aglutinar alrededor de EH Bildu a sectores que ahora mismo no votan a la coalición soberanista.
Los dirigentes que tomaron la palabra fueron Arnaldo Otegi, principal referente de la izquierda abertzale desde hace 25 años; Pello Otxandiano, uno de los rostros de EH Bildu llamados a tomar el timón a corto plazo; y Aizpea Otaegi, alcaldesa de Rentería, el municipio con mayor población gobernado en estos momentos por EH Bildu.
Los tres realizaron intervenciones muy alejadas de la retórica que hasta hace no mucho era la habitual en la coalición soberanista. Ninguna referencia a los presos de ETA y escasas al derecho a decidir o a la independencia. Aunque sí las hubo, quedaron diluidas por un discurso más dirigido a demostrar que EH Bildu quiere tener un papel activo durante los próximos años en la gestión de las instituciones. El pacto educativo alcanzado en las últimas semanas es el último ejemplo de por dónde quiere transitar la izquierda abertzale a corto plazo.
Con un mensaje en el que apuesta por hacer política desde posturas pragmáticas y sin complejos a la hora de alcanzar grandes «acuerdos de país», alusiones a la guerra de Ucrania, a la crisis medioambiental y a las desigualdades, la formación soberanista tiene como primer gran objetivo las elecciones municipales y forales de 2023. No se descarta ganar en Gipuzkoa, aunque se asume que más difícil será gobernar, de ahí también la llamada a sumar fuerzas.
Una frase de Otxandiano resume la estrategia de Bildu para los próximos años. «Debemos prepararnos para coliderar esta época de transformaciones y realizar una aportación transcendental a la renovación de un proyecto nacional vasco, radicalmente democrático basado en el desarrollo humano y sostenible».
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