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PNV y EH Bildu se han presentado este miércoles como dos de los grupos políticos más críticos con el giro del Gobierno respecto al Sáhara Occidental, consumado el pasado marzo al asumir el plan de autonomía de Marruecos como la propuesta «más seria y realista». ... Las dos formaciones abertzales le han afeado su repentina decisión «unilateral», sin haber consultado a los partidos lo que recuerdan que es «una cuestión de Estado», y le han acusado de haber «abandonado a su suerte» al pueblo saharaui, incluso de haberlo «vendido», con tal de reconducir las maltrechas relaciones diplomáticas con Rabat.
El Congreso acoge este miércoles un pleno monográfico forzado por la oposición y los socios de la investidura para que Pedro Sánchez dé explicaciones sobre el cambio de criterio con el Sáhara y su visita oficial a Marruecos, donde se reunió con el Rey Mohamed VI. El presidente del Gobierno ha tratado de diluir el asunto al destinar una importante parte de su intervención a informar sobre las conclusiones del Consejo Europeo celebrado a finales de mayo. «Parece que no le gusta mucho hablar del Sáhara», le ha reprochado el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu al comienzo de su réplica.
Tanto la coalición abertzale como el PNV han escenificado una vez más su rechazo frontal al viraje del Ejecutivo. «Lo que se produce es un abandono de responsabilidades del Sáhara como país colonizador que fue España. Se abandona la neutralidad», ha lanzado el portavoz jeltzale, Aitor Esteban. En una dura intervención, ha acusado a Sánchez de cruzar «determinadas rayas que, por responsabilidad propia, no se pueden traspasar». «Aquí hay unos perdedores netos, que son los saharauis, son paganos, la moneda de cambio», ha agregado el diputado nacionalista.
Esteban, en todo caso, ha extendido sus críticas también a la oposición. «También hay posiciones hipócritas por parte de algunos partidos», ha antepuesto. Se refería concretamente al PP, precisamente el grupo que solicitó la comparecencia de Sánchez ante el pleno «mientras (Alberto Núñez) Feijóo se reunía con el primer ministro de Marruecos y hablaba de buenas relaciones» sin pronunciarse en concreto sobre el Sáhara Occidental. «Hay mucho paripé y se usa cualquier tema para zaherirse, pero están de acuerdo. Esta bancada (la socialista) y ésta (la popular) les van a hacer lo mismo, que no se engañen los saharauis», ha indicado.
Iñarritu, por su parte, se ha centrado en censurar la forma en la que el Ejecutivo argumentó el histórico cambio de criterio sobre la excolonia española. «Digan que lo han hecho para mejorar las relaciones con Marruecos, pero no diga que es un paso para resolver la cuestión sobre el Sáhara. Es paternalista porque no lo ha hablado con ellos», ha lanzado a Sánchez, a quien ha invitado a que acuda a los campamentos de Tinduf para defender su viraje. Además, ha puesto en duda que la nueva etapa diplomática abierta con Rabat se base en el «respeto y la transparencia» cuando el reino alaui hizo pública unilateralmente la decisión de España al filtrar una carta a Mohamed VI.
En opinión del representante abertzale, la propuesta de autonomía de Marruecos para la región es «inasumible» desde el momento en que está dividida en dos zonas. «Lo único que cabe es la autodeterminación, que los saharauis decidan libremente su futuro en un referéndum», ha señalado. Iñarritu ha dicho ser consciente de que la mejora de las relaciones diplomáticas con Rabat es un objetivo «positivo» al tratarse de dos países vecinos, pero en cualquier caso ha añadido que no se puede basar en «vender a cambio el Sáhara».
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