El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y representantes del 'Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia' han colocado este martes una nueva placa en recuerdo y homenaje a Anastasio Leal Serradilla, asesinado el 23 de julio de 1980, víctima del terrorismo de la ... Triple A, que hizo estallar una bomba de Goma-2 en la plaza Amezola, donde estaba trabajando.
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Al acto han acudido las dos hijas de la víctima, Ermelinda y Ramira,y su nieto. «Es bueno que se reconozca lo que pasó con mi padre y que no se produzcan más estas muertes violentas. Que está todo perdonado, sobre todo a los familiares de quien pusiera la bomba que no tiene culpa, porque el perdón es lo mejor que puede existir. Sólo queríamos daros las gracias por vuestra presencia», comentaron los allegados en una declaración muy breve. El acto ha consistido en una ofrenda floral a la que se han sumado representantes municipales y otras autoridades. La placa está colocada en la Calle General Salazar, al lado de la Plaza Amezola, en el mismo lugar del atentado, y se ha instalado en el 44 aniversario del crimen.
El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha celebrado «un acto más de reconocimiento de las víctimas, en este caso de la extrema derecha, y quiero trasladarles a todas el cariño y la empatía porque muchas veces se han sentido solas». A la colocación han acudido la delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, y la presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui.
La placa en recuerdo a Anastasio Leal es la sexta que se coloca en Bilbao en recuerdo de las víctimas del terrorismo. La primera se puso el 19 de noviembre de 2022 en Begoña en homenaje a Ángel Pascual Múgica, ingeniero de proyecto de la central nuclear de Lemoiz que fue asesinado por ETA en Bilbao el 5 de mayo de 1982.
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La segunda, colocada el 12 de septiembre de 2023 en el Parque de Doña Casilda, recuerda a José María Urquizu, farmacéutico asesinado por ETA en 1980 en la farmacia que regentaba la familia en Durango.
La tercera placa recuerda a Benicio Alonso Gómez, trabajador del Banco de Vizcaya asesinado por ETA en 1983, se colocó el pasado 19 de marzo en la Gran Vía bilbaína, junto al BAT, edificio que fue la antigua sede del BBVA.
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La cuarta placa conmemorativa se colocó en el parque de Botica Vieja el pasado 30 de abril en recuerdo y homenaje a Fermín Monasterio, taxista vecino de Bilbao que fue asesinado a tiros por ETA el 9 de abril de 1969.
La quinta, la primera dedicada a una víctima de la violencia policial, quedó colocada junto al Palacio de Justicia el pasado 24 de junio en recuerdo y homenaje a Francisco Javier Núñez, fallecido el 30 de mayo de 1977. Fue golpeado por la policía armada al toparse con una manifestación cuando paseaba con su hija de 3 años y, tras intentar denunciar lo ocurrido, fue nuevamente maltratado y obligado a ingerir aceite de ricino y coñac, falleciendo después de 13 días de sufrimiento.
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Con estos símbolos se pretende configurar lo que se ha denominado como 'Mapa de la Memoria de Bilbao', una iniciativa del Ayuntamiento y del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, para mantener la memoria de estas víctimas. «Queremos rescatar del olvido las historias de las personas asesinadas con el propósito de que trasciendan a la ciudadanía», según recuerda el consistorio.
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