Luis Bárcenas compareció ayer ante el juzgado de la Audiencia Nacional por videoconferencia desde la cabina de declaraciones de la prisión de Soto del Real, ... donde cumple condena firme por el 'caso Gürtel'. Esta vez el extesorero del PP no lo hizo como acusado, su condición habitual desde que apareció su fortuna oculta en Suiza a principios de 2013, sino como perjudicado.
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Bárcenas fue el objetivo del operativo parapolicial puesto en marcha en aquellas fechas por el Ministerio del Interior para recuperar información sensible en su poder sobre la 'caja B' del PP, una vez que saltó a la luz la contabilidad paralela que él manejaba, presuntamente, junto al fallecido Álvaro Lapuerta. Estos hechos se sustancian judicialmente en una pieza separada del 'caso Villarejo' conocida como 'operación Kitchen', nombre que se le dio al confidente policial Sergio Ríos, chófer de Bárcenas.
Según fuentes judiciales, el extesorero informó ayer al juez Manuel García Castellón de que recibió en la cárcel la visita de un abogado vinculado al PP que le advirtió de que si «hablaba» de algo que pudiera comprometer a la formación política, su esposa, Rosalía Iglesias, acabaría encarcelada, como finalmente ha pasado.
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