Ayuso cerrará la lista en Bilbao para impulsar la recuperación del PP vasco

No es la primera vez que el PP recurre a figuras de la política nacional para completar sus listas electorales en Euskadi, una misión difícil, sobre todo cuando aún se cernía la amenaza terrorista de ETA sobre cualquier cargo del partido. En 2003, por ejemplo, siendo presidente del Gobierno, José María Aznar cerró la lista de Antonio Basagoiti para la Alcaldía de Bilbao. En las últimas elecciones municipales, en 2019, también se incorporó a la plancha a Daniel Portero, hijo del fiscal Luis Portero, asesinado por la banda terrorista en 2000.

Hace sólo unos meses, el PP de la Comunidad de Madrid remitió a sus afiliados una carta en la que solicitaba voluntarios para completar las candidaturas locales en Euskadi. Alegaba que a pesar del fin del terrorismo, «la falta de libertad y el amedrentamiento siguen estando presentes por los herederos de quienes hasta hace poco mataban». Y ahora, a punto de cerrarse el plazo para presentar las listas, es la propia Ayuso la que ha decidido remangarse. «Se trata de un gesto simbólico con el que quiere apoyar al partido en el País Vasco, la Constitución y la unidad de España», sostienen fuentes cercanas a la presidenta regional.

La vinculación política de Ayuso con Euskadi viene de lejos. De hecho, una de las primeras cosas que hizo nada más afiliarse a la formación conservadora fue hacer campaña por María San Gil, quien se presentó como candidata a lehendakari en las elecciones autonómicas de 2005. Por aquel entonces todavía sobrevolaba la amenaza de ETA. Ayuso ha reconocido en múltiples ocasiones la valentía del PP vasco y su trabajo por defender la libertad en un entorno «muy difícil». Un entorno que, desaparecida la violencia, la presidenta madrileña sigue considerando hostil por la creciente influencia de EH Bildu en la política nacional.

Desde que es presidenta de la Comunidad de Madrid, en cambio, Ayuso se ha significado por sus críticas a los «privilegios» fiscales de Euskadi. Fue Iñigo Urkullu el que abrió fuego al denunciar el «dumping fiscal» que haría la región que preside por sus múltiples reducciones de impuestos. «Nos miran con envidia y nos critican con agravio», respondió entonces Ayuso, quien arremetió contra la singularidad fiscal «a la carta» del País Vasco. Una postura que causó incomodidad en el PP de Euskadi, que hace bandera del Concierto Económico. La secretaria general, Laura Garrido, le respondió que «no es un privilegio».

«Modelo a seguir»

Pese a los roces, el anuncio de Ayuso ha sido acogido con entusiasmo en la formación vasca. «Es todo un honor. Quiero agradecer de corazón a Isabel, y a los compañeros de toda España, que nos han dado su nombre para ayudarnos a configurar las listas, por su apoyo a su familia vasca. Somos un equipo», se ha felicitado Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco. También la candidata a la Alcaldía de Bilbao, Esther Martínez, ha agradecido la «generosidad» de la mandataria madrileña, cuyo modelo ha situado como «modelo a seguir» por «su gestión, su defensa de la libertad, su liderazgo y su valentía».

El PP vasco confía en que la incorporación simbólica de Ayuso sirva como parte del relanzamiento electoral que busca de cara al 28-M. Actualmente su representación se limita a 55 concejales y 11 junteros en toda Euskadi, la mayoría en Álava, su fortín histórico. En Bilbao, los populares lograron conservar tres ediles en 2019 –uno menos que cuatro años antes– y las encuestas les sitúan ahora en márgenes muy similares. En el resto de Bizkaia, aspiran a seguir siendo segunda fuerza en Getxo y retener sus actas en municipios como Barakaldo, Portugalete, Leioa o Basauri, y recuperar su presencia en otros como Santurtzi y Durango.

Precisamente en Durango será donde Miguel Ángel Rodríguez, exportavoz del Gobierno y ahora jefe de gabinete de Ayuso, cierre la lista de los conservadores. En 2019, el PP perdió su único concejal al recabar el 4,53% de los votos, a menos de medio punto porcentual del 5% que les habría mantenido en el pleno. Para recuperar ese acta, los populares han confiado la candidatura a Carlos García, actual edil en Bilbao y quien ya consiguió en 2011 entrar en el Ayuntamiento de Elorrio y decantar la balanza para el PNV frente a EH Bildu.