El astronauta con los pies en la Tierra
Pedro Duque. Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades ·
Ha viajado dos veces al espacio, es un apasionado de la ciencia y la tecnología, defensor de la educación pública y azote de la pseudocienciaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Pedro Duque. Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades ·
Ha viajado dos veces al espacio, es un apasionado de la ciencia y la tecnología, defensor de la educación pública y azote de la pseudocienciaLUIS ALFONSO GÁMEZ
Jueves, 7 de junio 2018, 07:56
Ningún otro español ha llegado tan alto. Pedro Duque ha viajado al espacio en dos ocasiones, en 1998 en el transbordador 'Discovery' y en 2003 en una nave 'Soyuz'. Es el astronauta español. Y ayer en los bares había parroquianos que se sorprendían cuando se ... enteraban por la tele de que era el nuevo ministro de Ciencia, Innovación y Universidades. No les parecía un candidato apropiado hasta que se detallaba el currículo de este madrileño de 55 años, apasionado por la ciencia y la tecnología, defensor de la educación pública y en los últimos años azote implacable de las pseudociencias.
Nacido en Madrid el 14 de marzo de 1963, hijo de un ingeniero de montes y una maestra de Badajoz, tuvo uno de sus primeros encuentros con el espacio a los seis años en Euskadi. En Zestoa, en cuyo balneario su madre «tenía que tomar las aguas», vio a Neil Armstrong y Buzz Aldrin saltar por el Mar de la Tranquilidad el 21 de julio de 1969. «A todos nos impresionó. A los niños, sobre todo, el ver a los mayores tan impresionados», contaba hace unos años en este periódico. «Ojalá estuviera mi madre», deseaba ayer en su primer tuit tras ser nombrado ministro. Acompañaba a la frase una viñeta de Forges en la que una madre advierte a su vástago, flamante cargo público: «Jomío, te recuerdes que los cargos los carga el Diablo. Suerte».
EL ESPACIO
LA CIENCIA
El adolescente Duque decidió ser ingeniero aeronáutico y, con una nota media de 10, se licenció en 1986 como el segundo de su promoción en la Universidad Politécnica de Madrid. Inmediatamente empieza a trabajar para el Grupo de Mecánica en Vuelo (GMV), donde le destinan al Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Darmstadt (Alemania). Desarrolla programas para determinar las órbitas de naves espaciales y forma parte del equipo de control de vuelo de satélites. A la primera oportunidad, se presenta como candidato al Cuerpo de Astronautas de la ESA, en el que entra en mayo de 1992.
El anonimato del ingeniero aeronáutico cae víctima de la popularidad del primer y único astronauta español (Michael López-Alegría nació en Madrid, pero es ciudadano estadounidense). Muy tímido, Duque tiene que tratar ahora con los medios de comunicación y se nota que le cuesta, algo que superará con el tiempo. Como los duros entrenamientos en el Centro de Astronautas Europeos de Colonia (Alemania), la Ciudad de las Estrellas (Rusia) y el Centro Espacial Johnson (Estados Unidos).
El 29 de octubre de 1998 despega en el transbordador 'Discovery' de la NASA para una misión de nueve días. Entre sus compañeros está el veterano John Glenn, de 77 años y el primer estadounidense que orbitó la Tierra. En todas las fotos de aquella misión se ve al español sonriente. Estaba feliz flotando en microgravedad, que considera «un estado ideal si no hubiera que volver a la Tierra». A su regreso a casa, recibe en 1999 el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional –junto con sus colegas Glenn, Chiaki Mukai y Valery Polyakov– y la Gran Cruz al Mérito Aeronáutico. En tierra, trabaja desde ese momento en el diseño de 'Columbus', el laboratorio europeo de la Estación Espacial Internacional con el que en 2001, cuando dio el visto bueno en Getxo a la primera pieza de la ISS fabricada en España, esperaba volver al espacio. Lo hizo antes.
«Quiero transmitir a los niños la ilusión de que estudiando ciencia o ingeniería se pueden tener muchas satisfacciones. No hace falta dedicarse al deporte o a la farándula para triunfar. España también necesita niños inteligentes y despiertos», dijo en Baikonur el 18 de octubre de 2003, horas antes de despegar hacia la ISS desde la misma plataforma que Yuri Gagarin en 1961. Casado con la diplomática Consuelo Femenía y con tres hijos, le preocupa desde hace años que las deficiencias del sistema educativo impidan detectar el talento. «La educación pública y realmente gratuita es la base para el desarrollo. No perdamos a los genios, una de esas niñas podría ser muy grande», tuiteaba el 22 de octubre como reacción a la situación de las familias españolas más pobres.
En octubre de 2003, tras meses de entrenamiento, clases y constantes exámenes en la Ciudad de las Estrellas para volar a la plataforma orbital, tenía claro que, durante los nueve días que iba a permanecer en órbita, quería disfrutar de las vistas desde la estación Espacial Internacional y también a quién no podía fallar. «Me gustaría llegar a tiempo a todas las conexiones con los niños». Consciente de que allí arriba se echa en falta la comida casera, metió en su equipaje «unas rodajas de chorizo envasadas al vacío», «un poquitín, unas muestritas de nada por invitar a los compañeros».
Tras unos años en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la UPM –donde se formó– y como director de la firma aeroespacial Deimos Imaging, volvió en 2011 a la ESA como responsable de revisión de proyectos para vuelos tripulados. Además, se volcó en la divulgación científica y en Twitter, donde ha sido un martillo de charlatanes: «El reiki es lo que mi abuela llamaba 'cura sana culito de rana'. A los niños con pupitas los consuela mucho»; «La homeopatía funciona tanto como plana es la Tierra»; «Pues no señor, los #Chemtrails no existen, en los aviones de línea no ponemos química para controlar el clima, y punto. Ya vale con esto». Palabra del nuevo ministro de Ciencia, Innovación y Universidades.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.