Iglesias, asediado por la hemeroteca

Dos son las citas que han venido a la memoria de muchos. La primera es de junio de 2016 y se pronunció en el debate electoral que enfrentó a Iglesias con Mariano Rajoy (PP), Pedro Sánchez (PSOE) y Albert Rivera (Ciudadanos). Era un momento en el que las investigaciones judiciales ya acechaban a varios partidos, especialmente a los populares, y se discutía sobre la participación en listas electorales de candidatos que hubieran sido imputados a la espera del juicio. Preguntado al respecto, el secretario general de Podemos se mostró categórico.

«¿En qué circunstancias usted asumiría responsabilidades políticas por casos de corrupción en su partido?», le preguntaba el periodista Vicente Vallés, uno de los moderadores del debate. Iglesias recogía el guante inmediatamente y no dudaba en contestar de manera tajante: «Apertura de juicio oral, dimisión. Así de rápido y así de concreto». El líder de la formación morada sentó jurisprudencia desde el plató y ahora la imputación del partido como persona jurídica y parte de su cúpula le pone contra las cuerdas a la espera de que la investigación avance.

La otra declaración que amenaza con volverse en su contra es la que dedicó a Rajoy desde la tribuna del Congreso en agosto de 2017. Los numerosos casos de corrupción en el PP suponían ya un serio problema para el entonces presidente del Gobierno, quien solo nueve meses después acabaría fuera de La Moncloa por una moción de censura tras la sentencia del 'caso Gürtel', por la cual el propio partido fue condenado como beneficiario. En ese momento, Iglesias clamaba al cielo por el supuesto desconocimiento de Rajoy a este respecto.

«Usted nos convence, y nosotros le creemos, de que efectivamente usted no sabía nada. Y por lo tanto, llegamos a la conclusión de que es usted un incompetente porque siendo dirigente del Partido Popular desde 1989 y presidente del Gobierno desde las elecciones de 2011, solo un incompetente podría no saber lo que estaba ocurriendo en su partido», le espetó al jefe del Ejecutivo. Sus rivales políticos arrinconan ahora a Iglesias con esta cita para que diga públicamente si conocía las supuestas irregularidades contables que investiga el juez.