Ya veremos lo que depara el inmediato futuro, pero lo primero que salta a la vista de la composición del nuevo Gobierno es su desequilibrio: la parte socialista es muy política y la nacionalista muy técnica. Eso no significa que los primeros sean legos en ... la gestión y los segundos en política, pero da el punto cualitativo inicial. Además, el peso del tándem Torres-Itxaso no se ve complementado por ningún lado por una decena de jeltzales que, entre los de carné, no suponen demasiado en el ámbito partidario.
Publicidad
El PNV, o el lehendakari Pradales, parece haber optado por un mix de novedad tecnocrática y trayectoria política, pero aquí también la lista produce desconcierto. Nada que decir aún de los primeros, profesionales expertos en sus respectivos campos que equilibrarán su carácter con nombramientos de segundo escalón de los que relacionan la actividad concreta con sus intereses, grupos de presión y electorado diana. Los que repiten o llegan de la parte política suscitan más preguntas. Un sistema educativo en crisis viene a ser rescatado por la viceconsejera actual. Una Ertzaintza revuelta será pacificada por un periodista portavoz. La vicelehendakari, con años de partido, se asigna una parcela liviana (Cultura y Euskera). La de la cosa social sigue, pues no en vano fue la única que se salvó de la quema en las listas al Parlamento. Una diputada provincial recién salida de una polémica judicial se elige para otra cartera, por más que esté limpia de culpa. No sé, todo parece extraño, pero, insisto, la composición de un gobierno es la lista de los mascarones de proa. Luego vienen los de un poco más abajo para sostener el día a día y darle carácter y consistencia a todo, y para complementar y materializar la directriz estratégica de cada responsable de Departamento.
Al contrario, la parte socialista es casi demasiado previsible. Como se ha escrito ya, Mikel Torres sale por fin de su zona de confort municipal y tiene la oportunidad de presentarse como otra referencia política de su partido en el país, lo que hasta ahora había evitado. Denis Itxaso sigue proyectando su estrella en cargos de responsabilidad, de los que ponen a prueba a los candidatos a todo. El discreto Hurtado repite en un área donde se ha demostrado muy capaz. El salto de la concejala-parlamentaria Susana García a una consejería entraba en el guion. Y la responsabilidad de San José no solo ya la conoce en parte de antes, sino que, ahora, incorpora otros dos sensibles y estratégicos campos donde demostrar que vivimos otros tiempos y sensibilidades: prisiones y políticas de memoria pública.
Lo dicho, la alineación inicial no informa de mucho más que de la intención de partida y todo el mundo puede luego defraudar o sorprender. En todo caso, parece que el PNV se ha reservado una cierta contención de comienzo, lo que puede producir la impresión de que los socialistas vuelven diez años después a apostar por pesar algo más en el nuevo Ejecutivo. El tiempo confirmará o no impresiones.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.