Fernando Portillo. Juez decano de Melilla

«La amnistía invade el terreno del Poder Judicial sin permiso de la Constitución»

- ¿No cree que el bloqueo en la renovación del CGPJ durante tanto tiempo puede hacer que la sociedad se distancie?

- Sí, la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial está trasladando una imagen negativa a la ciudadanía y un desapego y, además, que se entienda que la Justicia está politizada. Es una imagen equivocada porque el CGPJ es un órgano administrativo y no tiene nada que ver con el funcionamiento ordinario del trabajo de los 5.500 jueces que ejercemos en los tribunales de España. El CGPJ ni hace juicios ni dicta sentencias.

- Hace unas semanas, en el Congreso de la APM, se pedía «despolitizar» el CGPJ y acabar con la polarización.

- La Justicia no está politizada pero el CGPJ sí lo está. Está formado por 20 vocales cuya designación responde exclusivamente a una propuesta de los partidos. Eso traslada la imagen de que todo está politizado, pero no. La inmensa mayoría de los jueces somos ajenos a esos politiqueos y a esas luchas de poder.

- Algo muy reciente. Supresión del artículo 43bis de la ley de Enjuiciamiento Civil a petición de Junts porque, a su juicio, pone en peligro la amnistía.

El Parlamento es soberano en qué artículos incluye y cuáles no y me gustaría pensar que, en esas decisiones, prevalece el interés general y que no responde a intereses políticos. Pero parece que estamos en un tiempo en que se da el caso contrario.

- Otro ejemplo. La amnistía y la reforma de la malversación.

- Mi opinión sobre la amnistía coincide con la de la asociación de jueces que presido -el Foro Judicial Independiente-. Tal y como está configurada actualmente, porque todavía está en trámite, la amnistía invade el terreno que corresponde al Poder Judicial sin tener una autorización de la Constitución para ello. Sólo los jueces pueden decidir quién queda condenado y quien es absuelto. Sólo hay una excepción: el Poder Ejecutivo puede indultar pero no el Legislativo.

- ¿Y cómo valora la reforma de la malversación?

- No afecta a la separación de poderes pero la valoración es negativa. Si queremos luchar contra la corrupción, no podemos rebajar las penas. Son delitos que no cometen los ciudadanos ordinarios, sino quienes están al frente de las Administraciones. Personas poderosas, que son además las que hacen las leyes en España, y que rebajan las penas de los delitos que pueden cometer ellos. Y no rebajan la condena del robaperas o robagallinas.

- ¿En casos como la ley del 'sólo sí es sí' o las sentencias sobre el euskera, se sienten señalados?

- No se entiende que los jueces somos técnicos en derecho. Es una labor técnica, no un enjuiciamiento político aunque el asunto sea político. En la ley del 'sólo sí es sí' hubo una campaña de desprestigio del Poder Judicial. Uno puede poner en solfa una resolución pero señalar a cientos de jueces. ¿Todos confabulados para fastidiar a un Gobierno? Impensable. En un delito gravísimo, sexual, durísimo. Un despropósito. El problema es que hubo parte de la sociedad que se creyó eso. Creo que, a veces, nos hace falta un portavoz para explicarnos.