El PNV acusa a Sánchez de tener «agenda de campaña, pero no de gobierno»

Cuanto más se acerca el 10-N, más afilan los partidos sus 'espadas'. Y las del PNV estaban ayer en alto. Durante el acto de presentación en Bilbao de sus candidatos al Congreso y al Senado -esta última lista la liderará Nerea Ahedo-, Esteban responsabilizó al presidente del Ejecutivo en funciones de la repetición electoral. Por ir, dijo, «siempre tarde» y por «querer gobernar», pero no hacerlo «cuando llega el momento». «En estos meses, el PNV ha hecho más por dar estabilidad a las instituciones estatales que los que estaban obligados a ello», añadió la líder del Bizkai buru batzar, Itxaso Atutxa.

El candidato jeltzale tiró del tradicional discurso del partido, que pivota sobre dos ejes: reivindicar al PNV como la única formación que piensa en Euskadi y destacar su papel de 'conseguidor'. Frente al bloqueo que se vive en Madrid, Esteban prometió «trabajo y sentido común, con la defensa de los intereses de la ciudadanía vasca siempre por delante». Para afrontar, prosiguió, los retos pendientes y para que «la voz de Euskadi esté presente». «Hay mucho en juego», remarcó.

El candidato jeltzale presentó al «grupo vasco -en el Congreso, se entiende- como el único que ha conseguido avances». Recordó en este sentido la subida de las pensiones y también la cesión a las instituciones vascas de los terrenos de la antigua central nuclear de Lemóniz, cuya noticia se dio a conocer el viernes. Aitor Esteban lamentó, ahora bien, que haya cosas en el tintero que «se dejaran de lado, retrasando», como las obras del TAV o completar el calendario de competencias. «Se pueden hacer estando en funciones, pero Sánchez no piensa en Euskadi», volvió a arremeter el diputado nacionalista. Dada la situación de interinidad, el Ejecutivo central puede negociar, pero no hacer efectivo el traspaso.

No desaprovechó Aitor Esteban la festividad del 12 de octubre para acusar a los partidos estatales de tener «España» en la boca, pero «dejar que se pudran los problemas y se dinamite la convivencia». «Es cada vez más un Estado de plástico, pura imagen, puro teatro, con una inestabilidad en continua reelección y un poder judicial que se dedica a filtrar sentencias condenatorias», espetó. «No están para muchas celebraciones».