PNV y PSE abren la negociación para elaborar un «programa de gobierno compartido»

Fue sobre todo una reunión protocolaria, pero también se convirtió en un paso «importante» para avanzar en unas negociaciones que tienen un objetivo claro: que a principios de septiembre haya un Ejecutivo «fuerte y estable» que sea capaz de afrontar la crisis sanitaria, económica y social generada por la Covid-19. El PNV y el PSE mantuvieron este lunes en Sabin Etxea el primer encuentro oficial tras las elecciones del 12-J y acordaron crear unas comisiones técnicas que serán las encargadas de ir avanzando en la elaboración de un «programa de gobierno compartido».

La cita no dejaba de tener un carácter simbólico, pero sirvió para escenificar la voluntad de ambas partes por no perder el tiempo e ir superando trámites. La delegación del PNV estaba conformada por Iñigo Urkullu, Andoni Ortuzar y Joseba Aurrekoetxea. Por el PSE estuvieron Idoia Mendia y Miguel Ángel Morales. El encuentro se prolongó alrededor de hora y media.

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Se trata de dos partidos que comparten tarea en diferentes instituciones y que a lo largo de la campaña han insistido en la necesidad de tener cuanto antes un Gobierno operativo cuyo primer reto será elaborar unos Presupuestos para el año que viene. La propia Mendia admitió a las puertas de Sabin Etxea que ese había sido el 'leit motiv' de ambas partes durante las semanas previas al 12-J. Así que gran parte del camino ya está desbrozado y el suspense es mínimo. Lo que toca durante las próximas semanas es entrar en los detalles. Para empezar, saber qué tipo de acuerdo será.

Desde el PNV se da por hecho que será una coalición. Hace justo una semana, el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, aseguró que los dos partidos habían ratificado durante la reunión semanal del Ejecutivo su apuesta por repetirla porque había dado «buenos resultados». Pero este lunes Mendia insistió en que quizás hay una vía alternativa: un «pacto parlamentario».

Sin nombrarlo expresamente, se trataría de un acuerdo de legislatura en el que los socialistas se comprometerían a respaldar a Iñigo Urkullu pero sin entrar en el Ejecutivo. La nota conjunta que emitieron PNV y PSE al acabar la entrevista también aludía a la «colaboración parlamentaria que pudiera derivarse del acuerdo». No parece la opción más probable, pero la líder del PSE recalcó que todavía están en la «fase previa» y que todo es posible. El contexto también es importante. Una vez conocidos los resultados del 12-J, Odón Elorza, diputado por Gipuzkoa, puso en duda la conveniencia de seguir colaborando con el PNV y hoy Mendia tiene que dar explicaciones en el comité nacional del PSE, el máximo órgano entre congresos, convocado de forma tradicional después de cada cita con las urnas.

Mendia, que fue la única que habló ante los periodistas al terminar la reunión, recalcó que las conversaciones irán pasando por fases diferentes. Lo primero será trabajar en «ese programa compartido y poner negro sobre blanco cuáles son las cuestiones que tiene que abordar este país en primer lugar, con una mirada de medio y largo plazo». Eso lo harán las citadas comisiones técnicas.

Se quiere repetir un esquema similar al de 2016. Cerrar un documento que sirva de base para que la legislatura discurra sin sobresaltos pero con la suficiente ambigüedad en algunos puntos para que tanto el PNV y PSE tengan el necesario margen de maniobra para plantear sus propias propuestas sin ser acusados de haberse saltado el programa.

Según Mendia, solo entonces será cuando las direcciones de ambos partidos entren a dilucidar qué estructura de Gobierno se pone en marcha y cuáles serán los consejeros. Pero lo más probable es que todas las negociaciones y flecos se hablen en conversaciones paralelas.

Las juntas electorales darán esta semana las actas a los parlamentarios y será a partir de ese momento cuando puedan registrarse en la Cámara. Cuando lo haga un tercio de ellos (25) se activará lo que Mendia definió este lunes a las puertas de Sabin Etxea como «el reloj parlamentario». Luego llegará la constitución del Parlamento, los plenos de incompatibilidades y a primeros de septiembre la puesta en marcha del Gobierno.