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lorena gil
Jueves, 1 de julio 2021, 14:36
Apenas quedaba media docena de reclusos de ETA por ser trasladados a cárceles más próximas a Euskadi y este jueves el contador se puso a cero. En una primera fase de traslados que ha durado, pandemia incluida, exactamente tres años –es más que probable que ... los movimientos se sigan produciendo en las próximas semanas–, el Gobierno de Pedro Sánchez ha acercado a 201 presos de la banda, de los que a día de hoy siguen cumpliendo condena unos 190.
Los últimos nombres se dieron a conocer ayer. Y si uno llama la atención por encima del resto ese es el de Iñaki Bilbao. Autor del asesinato del concejal del PSE Juan Priede y contrario a la estrategia de la izquierda abertzale, ha protagonizado varias huelgas de hambre y amenazado de muerte a jueces como Baltasar Garzón, Teresa Palacios y Fernando Andreu. Suya es la frase de 2019: «Si me dieran otra oportunidad en esta vida, cogería un arma y retomaría la lucha armada aunque fuera solo».
Los movimientos anunciados por Instituciones Penitenciarias son cuanto menos significativos. Y lo son por lo que suponen. A grandes rasgos, evidencian el fin de la política de dispersión que inauguró a finales de los ochenta otro Ejecutivo socialista, entonces en manos de Felipe González. Ya no habrá presos de ETA en las cárceles andaluzas y todos cumplirán condena –lo harán cuando se hagan efectivos los traslados– en prisiones situadas, coloquialmente hablando, de Madrid hacia arriba. Euskadi y Pamplona sumarán, por ahora, 66 internos, que representan un 34% del colectivo. Mientras que medio centenar estará en alguna de las tres cárceles vascas.
Las últimas tres incorporaciones son Jon Zubiaurre Aguirre, responsable del asesinato del ertzaina Iñaki Totorika; Liher Aretxabaleta Rodríguez, autor de un atentado con una furgoneta bomba en el distrito madrileño de San Blas en 2005 que hirió a 45 personas, catorce de ellas policías, y Andoni Murga Zenarruzabeitia, condenado por colocar una bomba en una empresa y por su vinculación al cobro del mal llamado impuesto revolucionario. Los dos primeros arribarán a Zaballa y el tercero irá a Martutene.
El centro penitenciario gaditano de Puerto III, otrora símbolo de la política de dispersión –se encuentra a unos mil kilómetros de Euskadi– se vaciará de presos de ETA. Cuatro quedaban pendientes de ser trasladados e Instituciones Penitenciarias ha dado ya luz verde a la operación. Junto a Iñaki Bilbao, que pasará a estar interno en Salamanca, serán acercados Jesús Mari Etxeberria Garaikoetxea, autor del asesinato del guardia civil Antonio Molina Martín; Oscar Barreras, responsable del atentado que acabó con la vida del policía nacional Luis Andrés Samperio Sañudo y Daniel Pastor Alonso. Los cuatro pasarán a segundo grado.
Pastor Alonso, contrario al abandono de la lucha armada, fue condenado por acabar con la vida del brigada del Ejército Luis Conde y el inspector Eduardo Puelles, última víctima mortal de ETA en Euskadi. La Audiencia Nacional le condenó, además, a 3.860 años de prisión por colocar la furgoneta bomba que estalló frente a la casa cuartel de Burgos en la madrugada del 29 de julio de 2009. Dejó 160 heridos, entre ellos 41 niños.
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