El PNV se abre a apoyar al presidente pero le exige que no sea un «llanero solitario»

Esteban consideró imprescindible que el Gobierno aplique medidas de forma inmediata. «Es urgente, no lo puede negar nadie», dijo antes de asegurar que «sería complicado de argumentar» un 'no' al plan de choque ya que «se podría entrar en un agujero del que sería muy difícil salir». En todo caso, lamentó que su grupo fuera informado de los planes de Sánchez la víspera del Consejo de Ministros mediante una llamada de «cinco minutos».

La queja por la falta de interlocución del presidente con sus socios no es nueva en el PNV, aunque molesta especialmente cuando se trata de decisiones de tanto calado. En una entrevista en la Ser, Esteban se mostró «atrapado políticamente» por la situación. El plan de choque «mezcla tantas medidas que uno puede estar dudoso sobre algunas y estar absolutamente seguro de otras, así que no hay más remedio que tirar para adelante».

En términos parecidos se expresó Atutxa, dispuesta a «negociar, estudiar y aprobar» el decreto de medidas urgentes aunque algunas de ellas «no gusten». Y cargó contra Sánchez y una unilateralidad que cree que también le aleja de sus socios de Podemos. «Su relación no va a mejor», pronosticó en Radio Euskadi. También se mostró partidaria de una bajada de impuestos «para cosas puntuales y contingencias», pero no generalizada. «Hablamos de una cosa muy seria y tiene que ser gradual».

Igual que el PNV, tampoco EH Bildu se opondrá al plan presentado por el Gobierno. Lo confirmó ayer su portavoz en el Congreso. Mertxe Aizpurua consideró que las medidas, «aunque vayan en la dirección correcta son insuficientes, no van tan lejos como nos gustaría». Pidió a Sánchez que sea «mucho más ambicioso para que no paguen los de siempre», y exigió que se apliquen impuestos especiales a las eléctricas, la banca y las grandes fortunas.