El PNV reivindica en Gernika «el derecho de los pueblos a elegir libremente su futuro»

En un momento marcado por la invasión de Ucrania por parte de Putin, el PNV recuerda que, pese a que «Europa ha sido, durante años, garantía de paz y de proyecto común de colaboración, los valores de la libertad, la democracia, la prosperidad y la justicia social no son una conquista asegurada». La guerra, provocada por «la estupidez humana», supone «un desafío al orden internacional y a la voluntad de paz y concordia mundial». Por ello, reclama que «sus responsables» comparezcan «ante la Corte Penal Internacional» para «ser juzgados por sus ignominiosas acciones de guerra y lesa humanidad».

El escenario escogido para la ocasión no es baladí. A la profunda carga simbólica que reviste a la villa foral se une la alocución del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski ante el Congreso de los Diputados. «Estamos en abril de 2022, pero parece que estamos en abril de 1937, cuando el mundo conoció el ataque a Gernika», lanzó. Y los jeltzales recogen el guante. «En el horror de hoy en Irpín, Járkov, Mariúpol o Kiev vemos reflejados los bombardeos de ayer en Gernika, Durango, Otxandio...», proclama el manifiesto, que reconoce «el compromiso y el liderazgo del Lehendakari Aguirre» en la «valentía y entereza de los dirigentes ucranianos».

También recuerda que, 85 años después de que la Guerra Civil terminase en Euskadi, «siguen apareciendo en nuestro entorno fosas comunes», y «es nuestra obligación honrar la memoria» de los gudaris y milicianos fallecidos.

90 años después de la primera edición del Aberri Eguna –que al año siguiente, 1933, ya llevaba por lema 'Euzkadi Europa'–, el PNV reivindica de nuevo el proyecto europeo, pide «la unidad de las democracias occidentales» y reclama «la necesidad de que la Unión Europea se vigorice como referencia única de un proyecto común en el que Euskadi confía compartir su futuro en paz y libertad». Por eso, reivindican «el derecho de todos los pueblos a decidir libremente su futuro». El de Euskadi y Ucrania, pero también el del Sáhara Occidental, señala el texto.

En cualquier caso, en la radiografía del momento actual, los jeltzales reconocen que, más allá de la guerra –que está pasando «una factura económica notable»: incremento de precios, desabastecimiento de materias primas...– nos encontramos ante un cambio de paradigma, «un nuevo tiempo», con «retos inaplazables: el demográfico, garantizar la igualdad de oportunidades y la cohesión social, la digitalización de la economía, el cambio climático y garantizar el desarrollo de la identidad, la cultura y el euskera en un contexto cada vez más diverso y multicultural».

La receta para hacer frente a ellos radica en «el autogobierno», siguiendo el «modelo vasco» que huya de «visiones sectarias». «La construcción nacional está directamente vinculada a la capacidad de autogobierno», un proceso que será «complejo y gradual», para dotar a Euskadi de herramientas soberanas que impidan, por ejemplo, la «deslocalización» de empresas. Una debilidad, puesta de manifiesto más que nunca durante la pandemia. «De ahí la importancia de ser dueñas y dueños de nuestro futuro».

Es importante, asimismo, señala el PNV, «escuchar a la ciudadanía». Muestra de ello es el proceso que han puesto en marcha en los últimos meses, 'Entzunez Eraiki': «Escuchar para seguir construyendo juntas y juntos».

El de este jueves ha sido el primero de los actos que los jeltzales han preparado de cara a la celebración del Aberri Eguna. Este sábado, como es habitual, Andoni Ortuzar subirá al monte Bizkargi para, desde su cima, «llamar a vascos y vascas a celebrar el Aberri Eguna». Y ya el domingo tendrá lugar el acto central en la Plaza Nueva de Bilbao, escenario habitual de los jeltzales, tras dos años de parón por la pandemia. Será a las 11:30.