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alain mateos
Miércoles, 7 de julio 2021, 02:04
La ruta de la Plata es una de las autovías más concurridas en España para viajar de norte a sur. Cuenta con más de 800 kilómetros y atraviesa siete provincias de cuatro comunidades autónomas distintas, pero lo que muchos no saben es el origen ... de su nombre y lo que esconden los pueblos que la bordean.
A día de hoy esta carretera cubre el trayecto entre Gijón y Sevilla y se denomina Ruta de la Plata en honor a la antigua vía que contruyeron los romanos durante su asentamiento en la península. Aquella Vía de la Plata unía las ciudades de Asturica Augusta (Astorga) y Augusta Emerita (Mérida). Fue una ruta clave para los romanos, por ella transitaron militares, comerciantes, viajeros... El nombre tiene su origen en un error fonético de los hispanos en época árabe. El nombre 'balat' -camino empedrado- acabó reconvirtiéndose en plata por eso de la pronunciación. De ahí el nombre que da vida a la histórica ruta romana.
Aunque apenas queden vestigios de lo que un día fue esta calzada, los pueblos de alrededor guardan importantes lazos culturales con la arquitectura de la época. Estos son cinco pueblos con encanto para visitar junto a la Vía de la Plata:
1
Astorga es una de las ciudades con mayor patrimonio cultural de la época romana en España. En sus primeros años de vida, esta ciudad, entonces llamada Astúrica Augusta, se convirtió en uno de los asentamientos claves del imperio romano en la península. Fue el inicio de un camino de 470 kilómetros que conducía a Mérida.
La ciudad conserva en su museo de la Ruta Romana muchos de los restos arqueológicos que quedan de aquella época. Muy recomendable es la ruta por lla Astorga subterránea, una ruta por las cloacas de la ciudad de diseño romano y cuyo uso sigue vigente en la actualidad. El visitante también podrá visitar un tramo del foso, el sistema defensivo que formaba parte de la ciudad en sus orígenes... Antes de terminar el recorrido, la guía ofrece las Termas Menores, el Aedes Augusti y los restos del pórtico de la zona sur del Foro.
2
Benavente es otra de las ciudades con gran simbolismo situadas junto a la Vía de la Plata. Su situación geográfica es de lo más curiosa; se encuentra situada en una terraza ligeramente elevada sobre las dilatadas vegas de los ríos Órbigo y Esla cuyas aguas convergen debajo del casco urbano.
Esta ciudad zamorana tiene grandes atractivos como la Torre del Caracol, el único resto que queda en pie del palacio de los Pimentel. Fue construida en el siglo XVI y cuenta con mezcla de estilos góticos y renacentistas. En su interior destaca su arquitectura de origen musulmán. Hoy en día el palacio tras ser acondicionado, se ha convertido en Parador de Turismo.
3
Para muchos, Béjar es un simple puerto de paso. Un simple tramo de carretera que separa dos climas completamente distintos: Salamanca y Cáceres. Especialmente esta circunstancia se acentúa en invierno cuando se deja atrás el frío polar y la niebla densa para adentrarse en los valles extremeños. Aunque, Béjar tiene mucho más.
Los lazos de esta localidad salmantina con la Vía de la Plata son muy fuertes. Poseen una de los tramos mejores conservados de la calzada romana con miliarios a su paso. Kilómetros de empedrado con más de 2.000 años de antigüedad. Este punto también enlaza con el Camino de Santiago.
4
El casco histórico de Plasencia es uno de los más bellos de de los pueblos que rodean la Vía de la Plata. Está rodeado por una doble muralla que fue creada a comienzos del siglo XII con el objetivo de hacer de Plasencia una fortaleza segura frente a musulmanes y leoneses.
El paso de los años se ha llevado consigo algunas de las entradas -llamadas puertas- a la fortaleza aunque aún permanecen otras en buen estado. También despareció a finales de los años 30 el Alcázar, aquella fortificación que presidía el casco histórico de Plasencia. De los pocos monumentos que quedan en pie, destaca el acueducto. Esta cañería, de origen medieval, ha sido reconstruida recientemente para evitar su caída.
5
Si alguien piensa en la época y arte romano, sin duda piensa en Mérida. La capital de Extremadura situada en la provincia de Badajoz, junto al territorio de Cáceres, es una ciudad que todos deben visitar al menos una vez en su vida. Sus calles están llenas de arte romano y sus monumentos gozan de una gran salud: el puente, el teatro, el anfieteatro, el circo, el acueducto... Sin duda alguna, Augusta Emerita (Mérida) fue uno de los asentamientos clave para el imperio romano en la antigua Hispania.
Durante el verano tiene lugar el Festival de Teatro Clásico de Mérida. Un espectáculo con obras greco-latinas que se celebran en el teatro romano en horario nocturno. Una oportunidad única para ver el esplendor del monumento acompañado de las luces del escenario.
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