Dicen quienes lo visitan que allí te sientes como en Hobbiton, que la zona parece estar plagada de agujeros hobbit y en uno podrías descubrir a Bilbo y Frodo hablando de La Comarca. Moradillo de Roa no se encuentra en la Cuaderna del Oeste, al ... sur de Sobremonte y al noroeste de Delagua, aguarda en otra comarca, la de la Ribera del Duero, en el partido judicial de Aranda, Burgos. Complicado que J.R.R. Tolkien pisara sus tierras, pero por su peculiar belleza y las bodegas excavadas en las entrañas de la tierra recibe el nombre de 'La aldea hobbit de España'.
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Eso sí, a sus vecinos les gusta tanto el vino como a los medianos, si no, por qué contar casi con el mismo número de bodegas que de habitantes, 157 frente a 161. Si eres fan de 'El Señor de los anillos', la manera de obtener una opinión fundamentada sobre la similitud con el paisaje literario es acudir allí en época de vendimia.
Reservas bodegasdemoradillo.com
Información www.turismoburgos.org
El pueblo estuvo a punto de morir en el olvido, como muchos otros de España. Hasta que, en 2015, 'El Cotarro', complejo sobre 18.000 metros cuadrados con 157 bodegas y 7 lagares, resucitó al municipio como Jesucristo a Lázaro, poniéndolo a andar.
Camina tú también hacia allí. Además de conocer las bodegas puedes emplear tu tiempo completando el Sendero del Arroyo Hontanquillas (PR-BU 162-163). Tres localidades, incluida esta, lo vertebran. A lo largo del Valle del arroyo Hontanguillas. Entre páramos áridos y frondosidad que bebe de ríos. En la confluencia del valle de Hontanguillas con la fértil vega del río Riaza. Por Fontangas, el pueblo donde abundan las fuentes; Moradillo de Roa, bastión defensivo durante la Reconquista; y La Sequera de Haza, coqueto emplazamiento en mitad de una ruta que se estira entre dos y tres horas y cuenta con dificultad media. Pero regresemos al Hobbiton español. A su tradición vinícola y la aparición de cientos de galerías en las que almacenar el mosto. Esa es su peculiaridad: el vino se hace ahí abajo, en las cuevas, con vistas a los campos de cereal y a los viñedos. La Iglesia de San Pedro, templo románico de transición al gótico que también estuvo a puntito de desaparecer, corona con firmeza el lugar.
Viajar a Moradillo de Roa es hacerlo 300 años atrás, hasta la raíz de la tierra y del vino de la Ribera del Duero. Aprenderás métodos tradicionales de elaboración. Desde el recorrido de la uva desde el pisado y prensado en el lagar tradicional del Tío Santos (1744) hasta su subida al cotarro de bodegas y su guarda en la bodega subterránea El Bodegón (1861). Pisarás el suelo que pisaron los antiguos pobladores cuando llegaron armados de aperos de labranza y ganado; los árabes como el califa de Córdoba, quien se presentó en este sector del Duero con un poderoso ejército para arrasar la colonización en el año 939; y gentes dispuestas a trabajar las cepas que aún imprimen carácter a este rincón burgalés donde la sed se calma con caldos.
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Tal vez los Bolsón no aguarden tras la puerta de ninguna de las bodegas ni Gandalf prepare fuegos artificiales a la noche, pero allí hay magia... líquida.
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