Versalles está camino de Segovia
Granja de San Ildefonso (Segovia) ·
El palacio, los jardines y sus fuentes doradas, al estilo de las del Rey Sol en París, dejan boquiabierto al visitanteSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Granja de San Ildefonso (Segovia) ·
El palacio, los jardines y sus fuentes doradas, al estilo de las del Rey Sol en París, dejan boquiabierto al visitantePatrimonio nacional
Palacio y Jardines de La Granja de San Ildefonso. Horario: de 10.00 a 18.00 horas de la tarde. Cerrado los lunes. Espectáculo de las fuentes: de Semana Santa a octubre. Precio: entre 7 y 9 euros. Fuentes Monumentales: 4 euros.
Hay ... ocasiones en que los destinos más sorprendentes se encuentran por casualidad. Quizás por eso son tan sorprendentes, porque no se planifican. Como cuando organizas un fin de semana en Segovia para visitar el acueducto y el Alcázar y darte un homenaje con un buen menú a base de cochinillo y la mejor opción para alojarte que encuentras por internet está a diez kilómetros de esa capital castellana, pero con una buena conexión por autobús. Y así descubres que un lugar llamado La Granja de San Ildefonso esconde al menos tanto interés como el destino que motivó el viaje.
Distancia 350 kilómetros desde Bilbao y 300 kilómetros desde Vitoria.
Baste decir que este paraje, a los pies de la Sierra de Guadarrama, fue el escogido por el rey Felipe V a comienzos del siglo XVIII como lugar de descanso y al que después acudiría también Carlos III para dar rienda suelta a su afición por la caza -de hecho, hasta Alfonso XII, todos pasaron por allí-. Pero esa es otra historia. Porque Felipe V, el primero de los Borbones en ocupar el trono español, quiso recrear la fastuosidad de los jardines que la realeza francesa habían puesto de moda por todo el continente. No en vano, el monarca español era nieto de Luis XIV, el Rey Sol. Y puestos a seguir la tradición familiar, intentó (y consiguió) replicar el Palacio y los jardines de Versalles en esta parcela segoviana cuyos terrenos se ganaron a una ladera de monte. Bueno, realmente quiso replicar los parterres de Marly, donde el Rey Sol pasaba sus jornadas de descanso y que desaparecieron tras la Revolución Francesa.
La realidad es que ahora, más de tres siglos después de todo aquello, el Palacio de la Granja de San Ildefonso es uno de esos lugares que dejan al visitante con la boca abierta. Y se convierte en una opción interesante si se viaja con niños no muy pequeños. Porque el recorrido por esta finca que pertenece a Patrimonio Nacional se puede hacer de la mano de alguno de los decenas de guías profesionales que prestan este servicio o con las tablets que se alquilan a la entrada del recinto y que explican tanto el recorrido interior del palacio -con sus salones, dormitorios, cuadros, una de las mayores colecciones de tapices de Europa, jarrones chinos y todo el lujo clásico que se puede imaginar uno- como aportan datos para el paseo por sus 26 fuentes basadas en la mitología clásica.
El Palacio por sí solo merece la visita, pero si se puede aprovechar a ver las fuentes en acción es algo que no se olvida. El agua que se utiliza procede de las montañas, se almacena en 'El Mar', un estanque construido en la parte alta de la finca. De ahí, mediante un sistema de tuberías se distribuye y da paso en función del espectáculo que se vaya a ofrecer. Las más asombrosas son las de Los Baños de Diana -esta con espectáculo nocturno-, La Fama y La Cascada Nueva. Quien quiera disfrutarlo en su esplendor deberá planificar el viaje porque las fuentes sólo cobran vida en un periodo concreto que suele ir de Semana Santa a mediados de octubre.
Si se dispone de tiempo, conviene pasar el día en el municipio de La Granja, de unos 5.000 habitantes y que es el típico ejemplo de localidad recia castellana con sus casas nobiliarias de piedra y calles peatonales empedradas. Se puede visitar el Museo del Vidrio, recuerdo de la fábrica real que allí existía y que nunca llegó a ser del todo rentable. Y si hay hambre, dejarse caer por alguno de sus bares o restaurantes donde degustar alguna cazuelita o, si se quiere estar más tiempo sentado, dar cuenta de un buen asado de cochinillo o cordero lechal.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.