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La última barrera montañosa entre Álava y Navarra
Ioar (Araba) ·
La cúspide de la Sierra de Codés ofrece interesantes rutas que caminan entre pinos, encinas y hayasSecciones
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Ioar (Araba) ·
La cúspide de la Sierra de Codés ofrece interesantes rutas que caminan entre pinos, encinas y hayasCon sus 1.417 metros el Ioar es uno de los montes más elevados de Álava. La novena cumbre más alta de la Comunidad Autónoma ... Vasca. La cúspide de la Sierra de Codés, última barrera montañosa de Álava y Navarra sobre la depresión del Ebro. Coronada por una cruz de hierro de siete metros de altura que ya supera el medio siglo de vida, costeada a mitad de los 60 con el dinero que recaudaban los jóvenes de Campezo en el baile. De allí parten un buen puñado de rutas para alcanzar la cima, con diversas opciones tanto para ascender como para regresar al punto de partida.
Distancia: 13,9 km.
Altitud máxima: 1.417 metros.
Punto de salida: Campezo Dificultad: Media.
Las pistas de servicio que llevan al repetidor cimero ofrecen un sencillo aunque largo paseo, pero los numerosos senderos que surcan sus hayedos ofrecen interesantes alternativas montañeras. Esta vez optamos por el camino más clásico, la conocida como Senda Ioar, balizada como PR-A-72. Desde la misma plaza de la localidad alavesa, por una pista de hormigón y siguiendo la flecha al Ioar hasta el viejo campo de fútbol, donde se toma el desvío de la izquierda. Avanzamos primero entre pinos, después entre encinas, más arriba entre hayas. Un catalogo de postales naturales que desemboca en el camino al portillo de Nazar, que aún conserva restos del antiguo empedrado, antes de alcanzar una explanada donde tomaremos el ramal herboso que asciende a la izquierda. Ya queda poco: a través del collado entre Ioar y La Plana, por donde discurría el camino viejo al Santuario de Codés, pronto alcanzamos la cima.
Nos esperan unas fabulosas vistas a los afilados escarpes de Costalera, las ruinas de la ermita de San Cristóbal y una cresta por la que, siguiendo el evidente cordal, llegamos al Portillo de Nazar, donde un poste indicativo nos marca el camino de vuelta a Campezo por el Alto de la Cogolla -atención a las marcas blanquigualdas-, la senda de La Dormida y la Ermita de Nuestra Señora de Ibernalo, patrona del valle, que nos recibe bajo un espeso encinar como parada de obligatorio descanso antes de completar la ruta por carretera, dejando a un lado el área recreativa.
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